Capitulo veintitrés: '¡Es una guerra!'

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Nicholas le dio un mordisco a su manzana mientras terminaba de revisar el libro del cual estaba estudiando, su caminata se detuvo cuando visualizó a Emily sentada en una de las bancas del patio del instituto.

-Sólo ignórala... -Se dijo para sí dispuesto a dar media vuelta para no toparla, pero la mirada triste y desolada de la castaña hizo que su corazón se estrujara, así que cerrando el libro con fuerza y soltando un suspiro de resignación se fue acercando a ella mientras se quitaba los tapones que cargaba en sus oídos para escuchar lo que estaba pensando.

'¿Por qué mi padre tiene que ser así?'

'Aunque también me siento culpable...'

-¿Qué pasa? –Le preguntó sentándose a su lado sorprendiéndola.

-¿Eh? ¿A mí? No, nada. –Le contestó ella nerviosa. –No me pasa nada, no te preocupes. –Le dijo sonriéndole.

-Ya... Ahora dime la verdad. –Le respondió el rubio alzando una ceja.

Ella lo miró sorprendida y agachó la cabeza. –No es nada... Sólo tuve una pequeña discusión con mi papá. –Le respondió.

Nicholas la miró fijamente durante unos segundos y luego habló. – Él te dijo que te alejaras de mi ¿Verdad?

Emily lo miró sorprendida, sus ojos se abrieron tanto que causó que el rubio soltara una risa. –Puedo escuchar lo que piensas, tontita. –le dijo golpeando su frente con el dedo índice.

-¿No te ofende? –le preguntó ella sin quitar su asombro sobando el lugar afectado.

-Déjame ver... -Respondió el como si lo estuviera pensando. –No. –Concluyó. –Créeme, he escuchado cosas peores como para ofenderme por eso. Además... Creo que él tiene razón.

-¡¿Qué?! –Exclamó Emily ahora ofendida. – ¡Por supuesto que no tiene razón! ¡Él insinuó que tienes una mente retorcida!

Nicholas soltó una risita. –Pues tú papá no se equivoca demasiado.

-¡Nicholas! –Exclamó enfurecida la castaña. –No vuelvas a decir eso, tú estás bien.

El rubio sonrió dulcemente mientras con su mano derecha acomodaba un mechón de cabello de la chica y se lo ponía detrás de su oreja mirándola fijamente. –Emily... Yo he pasado por muchas cosas, tantas...Que no tienes ni idea en lo que me he convertido...-

La castaña sintió que su corazón latía rápidamente mientras lo miraba a los ojos. –Tú no eres una mala persona. –Le aseguró ella.

-¿Cómo puedes estar segura de eso? –Le preguntó él negando con la cabeza en señal de ironía.

-Porque te has quedado a mi lado... A pesar de que dices que te desagrado. –Le respondió con sencillez haciendo que Nicholas la mirara unos segundos en silencio un tanto sorprendido.

-Eso es porque me amenazaste con revelar mi secreto. –le aclaró él señalándola.

Emily se encogió de hombros. –Si fueras 'Una mala persona' o 'Peligroso con mente retorcida' me hubieses matado para callarme ¿No? –Lo atacó ella con diversión. –No lo hiciste, así que yo tengo razón.

Nicholas borró la sonrisa de su rostro mientras agachaba la cabeza. –Claro que no podía hacer eso...-

-¿Ya ves? Eres tan bueno como un osito. –Le dijo la castaña soltando una risita. –No serías capaz de hacerlo. Por eso seguiré siendo tu amiga sin importar lo que mi padre diga. –Terminó con decisión.

LAS DOCE DIMENSIONES OCULTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora