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Espera por mi.

Tengo nuestros recuerdos guardados en el fondo del cajón junto a mi cama.

El crepúsculo le dio la bienvenida mientras el último rayo de sol le daba un ligero adiós desde el lejano horizonte.

Las últimas horas estuvieron llenas de nervios y desespero. Ahora solo quedaba la resignación a un encuentro fallido. El dolor y enfado a una mentira que juró pudo ser verdad.

“―Espera por mi en la 6ta Avenida.”

Sus palabras quedaron grabadas en su mente con la bonita caligrafía suya. Palabras sin sentido pero con demasiada alusión. Sabía mejor que nadie donde debía esperar: sentado en la cuarta banca del parque en la 6ta avenida.

Y así lo hizo, esperó y esperó, y esperó... Esperó por más tiempo que la última vez, de eso esta seguro.

Es en ese momento en el que se pregunta por qué sigue esperando. Si bien sabe que Yoongi no llegará. No lo hará, nunca lo hace. ¿Por que sigue creyendo en sus palabras a pesar de que muchas veces le ha mentido?

“Te amo” dijo hace seis semanas atrás a través del teléfono. “La dejaré. Quiero estar contigo. Es contigo con quien quiero pasar mi vida entera.” Y aún espera el día en que ese momento llegue.

“La dejaré hoy, espera por mi en el lugar de siempre. Prometo estar ahí hoy.” Jamás llegó. Después de eso no lo volvió a llamar o a buscar.

“Espera por mi en la 6ta avenida.” Ilusamente le creyó una vez más. ¿Por qué? Muy sencillo, aún lo ama y creé en él. Patético.

Hace frío y él solo quiere un lugar tibio en el cual refugiarse. Los brazos de su amado son lo primero que viene a su mente y sonríe tristemente.

―Park Jimin, sigues siendo el mismo idiota de siempre.

No puede más, así que se pone de pie y con una última vista a su alrededor deja escapar las lágrimas que retuvo todas estas semanas. Esta vez el final es definitivo.

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“Estoy embarazada.” Fueron unas de las últimas palabras que escucho antes de tomar la decisión definitiva. La decisión que definiría su felicidad.

“Mierda...” Había susurrado para sus adentros.

¿Un hijo? Tenía que ser una broma. ¿Qué pasaría con él, con sus planes de irse y dejar detrás un vida miserable y llena de infelicidad? ¿Qué pasaría con Jimin? No quería perder una vez más al amor de su vida. Lo había perdido semanas atrás cuando jamás llegó a su encuentro, y ahora que lo estaba intentado recuperar no quería dejar ir esa oportunidad, la cual sabía sería la última.

“Lo siento,” dijo a la mujer frente a él. “no puedo seguir en una relación llena de engaños e hipocresía como esta; llena de desamor e infelicidad. Simplemente no puedo. Me voy, lo siento pero esta es la realidad.” Con toda la valentía del mundo tomo su chaqueta y se dirigió a la puerta principal.

“¿Te vas? ¿Sin más?” Soltó una risita sin gracia. “¿Abandonas a tu hijo asi sin más?”

Se detuvo antes de girar la perilla y sin girarse hacia la mujer, sonrió. “Te abandono a ti, más no a mi hijo.”

Salió, de ese departamento lleno de tanta mierda imaginable, corriendo tan rápido como sus dos piernas se lo permitieron. Corrió tanto como sus pulmones se lo permitieron, pero, aún así, no fue suficiente.

Era tarde. El chico por el que tanto amor había sentido, no estaba. Se había cansado de tanto esperar. Se canso de tantas promesas falsas. Se canso de un chico cobarde que no tenía el sufiente valor para dejar las comodidades que le brindaban y estar junto a él y su amor.

El vaho salía de sus labios, lenta y espesamente, casi doloroso.

Las lágrimas amenazaron por salir una vez más como cada vez que pensaba en el chico de mejillas abultadas y ojos sonrientes.

―¿Yoongi? ―La dulce y delicada voz a sus espaldas le hizo estremecer y soltar las lágrimas finalmente.

Al final de todo, el tiempo le dio una ultima oportunidad.

✨

Bueno, no sé que es esto así que me iré rápidamente -huye gaymente-.