Hyung, ayúdame.
Ten cada vez se siente más perdido con respecto a las extrañas sensaciones que aquel ser le transmite, inclusive a llegado a pensar que se esta volviendo loco, pero no es así. Una gran prueba de que esta bien son las constantes erecciones con las que despierta día tras día; en ocasiones logra librarse de ellas con agua fría, y otras no tan afortunadas, tiene que soportar el dolor, y es algo que Johnny ha notado de forma indirecta al verlo caminar con molestia.
"No tienes porque tener vergüenza, Ten, te conozco desde que somos niños, no es como si nunca de hubiera visto desnudo."
Ten asiente ahogando un gemido al cubrir su boca con sus manos. Esta mal lo que están haciendo — o en este caso, lo que Johnny le esta haciendo, pero se siente tan bien. —
"Hyung, duele."
Aquellas simples dos palabras no ocasionan nada más que Johnny Introduzca de forma completa el miembro de Ten a su boca, ahuecando sus mejillas para hacer más satisfactoria la sensación. Ten gime nuevamente, ganándose una sonrisa burlona de Johnny, pero no reclama, porque dejó de doler, y, por un momento, dejó de pensar en el chico de sonrisa tierna y carismática que lo espera todos los días en el mismo lugar.