No le encontraba sentido a mi vida, todos tenían sus planes por delante, estudiar, formar una familia y divertirse y pasarlo bien todo el tiempo que pudieran, vivir el presente que tenían y conseguir aquel futuro que ansiaban; pero para mi las cosas no eran así, respecto a mi futuro no tenia nada pensado, ir a la universidad estaba bien , como todos los demás, sacarte una carrera y construir tu vida, pero en realidad me importaba mas bien poco ir, era lo que solían decir todos, y yo también lo decía pero en realidad me daba absolutamente igual; respecto al presente no me iba bien, si, tenía a mis amigos, y no digamos que fuera la marginada con la que se meten ni nada por el estilo, era simplemente una chica normal que se divertía y sonreía con sus amigos , aunque la que se encontraba dentro se sintiera como una mierda. Dicen que no por reír mucho se es feliz, aunque alguien demuestre ser lo mas alegre posible no quiere decir que en su interior se sienta igual. Porque aunque estuviera siempre sonriendo y rodeada de gente, me sentía sola, sola y perdida, en un mundo que no tenía sentido, en un mundo donde no tenía nada, no quería crecer, cuando todos si, no quería formar una vida, no quería cumplir ningún sueño, me sentía vacía, y solo había una cosa que no me hacía sentir aquel vacio, y era, su compañía. La compañía de mi cuchilla. Era lo único que me reconfortaba, que hacia desaparecer las peores sensaciones que se arremolinaban en mi interior. Notaba como todo lo que había dentro de mi se esfumaba cuando su filo pasaba sobre mi piel, no era dolor lo que sentía con su roce sino alivio, era una puerta que abría para sacar todo fuera. Después de su roce me sentía bien, sabiendo que aquellas marcas estaban abiertas, me sentía perfecta.
Pero entonces el problema surgía de nuevo, el tiempo me curaba las marcas y me sentía de nuevo enjaulada , sin poder sacar fuera aquello que me oprimía por dentro y entonces volvía a abrir la puerta, volvía a pasar el filo por mi piel , pero esta vez no me bastaba con un simple roce, esta vez empujaba la cuchilla haciendo mas presión sobre mi piel, haciendo que un simple rasguño se convirtiera en una marca hinchada, y era en ese momento la marca hinchada lo que hacia sentir bien de nuevo. Pero no tardaba en volver el tiempo, que volvía a cerrar mi puerta y yo volvía a abrirla de nuevo, sintiendo el roce cada vez mas profundo.
Sabia que aquello era una enfermedad para mi, sabía perfectamente que un día vería el rojo rubí de mi sangre salir por aquella puerta. Tenia miedo, sentía una punzada cada vez que me cortaba, era por eso que no profundizaba tanto. Pero llego un día que no valía el rasguño, que no valía la marca hinchada, que me seguía sintiendo enjaulada, y que hundí mucho mas el filo, temerosa pero atrapada, y descubrí que aquello no era malo, no me sentía aterrorizada en absoluto, me sentía mejor que nunca , me sentía libre, incluso una sonrisa de complicidad aparecía en mi rostro mientras se formaban aquellos pequeños ríos rojos que recorrían mis muñecas.
La veces siguientes me sentía temerosa de no poder parar aquellos ríos rojos, pero después de seguidas veces podía controlarlos, abría la puerta, dejaba fluir el rojo y después lo limpiaba y dejaba que el tiempo se encargara, me sentía aliviada.
Ya no le temía a aquellos ríos rojos, ya no me daba miedo sentir el filo hundirse mas y mas en mi piel. Sabía que podía controlarlo, sabía que ver aquel color rojo era lo que me calmaba , era lo que se llevaba todo lo que estaba en mi interior. El tiempo pasaba y yo ya no me sentía igual cuando veía aquel rio, ya no me sentía tan bien , ya no era solo el color lo que me hacia calmarme, si no la cantidad, cuanto mas sangre veía emanar de mis muñecas mejor me sentía, todo se iba con ella, flotando ahogándose en la roja corriente.
Un roce, un rasguño, una marca hinchada, una herida, una puerta abierta, un riachuelo, un rio, un lago , un rojo mar, y después nada, oscuridad, eterna calma y la tranquilidad que daba el seguir notando por todas partes la pegajosa , caliente y liquida agua de aquel rojo mar.
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Feelings into words
RandomEsto no se trata de una novela o una historia sino fragmentos de simples palabras entrelazadas que te hacen sentir de muchas formas distintas.