Capitulo Único.

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Martín y Miguel son los mejores amigos que podrían existir, ambos eran parecidos y diferentes a la vez, compartían el mismo humor, gustos y nivel de locura.

Vivían la vida sin ningún limité, cuando estaban juntos disfrutaban de cada mínimo segundó, salian todos los fines de semana y se quedaban festejando hasta el amanecer.

En una de sus tantas salidas, por culpa de la borrachera y la calentura o eso querían creer ellos, terminaron teniendo sexo, decidieron no darle importancia a este hecho, al fin y al cabo eran jóvenes y necesitaban experimentar, cambiaron la relación que tenían por una de amigos con derecho, así poder disfrutar del placer y la libertad a la vez.

- Martín - llamó el pelinegro al rubio que se encontraba acostado y desnudo a su lado soló cubierto por una fina sabana de color blanca

- mmh - fue la vaga respuesta dada por esté, quien se encontraba boca arriba mirando el techo pensando en que debería cambiar la pintura de está.

- Catalina me ha enviado un mensaje diciendo algo sobre que nos invita a una cena para celebrar su casi cumpleaños- hablo mientras jugueteaba con el celular entre sus manos.

- ¿ cuándo será?

- hoy a las 8 de la noche en el restaurante chino cerca del parqué media luna

Martín giro su rostro a dirección del más bajo, notando que estaba boca abajo apoyado en sus codos, escribiendo sabrá dios qué en su celular, su cabello se encontraba más alborotado que de costumbre y sus mejillas seguían sonrojadas por la reciente actividad realizada hace apenas unos minutos, con la mirada viajo todo el camino de la espalda trigueña del peruano llegando a aquel redondo trasero cubierto por la fina sabana, por su cabeza se cruzo la idea de volver a hacerlo pero desecho la idea sabiendo que Miguel se negaría.

- ¿ Vos querés ir?- girándose quedando de lado, acercó una de sus manos a la espalda de Miguel y con su dedo recorrió todo el camino de la espina dorsal del pelinegro sintiendo como un pequeño temblor se apoderaba del cuerpo de esté, al llegar a la espalda baja de este se detuvo y alejó su mano.

- ¿ tú quieres ir?- volteó a verlo, mientras una sonrisa adornaba su rostro, contagiando está al rostro del rubio- Sabes que si no asistimos Cata nos hará un drama y no nos hablara por más de un mes.

- tenés razón- río bajó

- deberíamos ir alistandonos, ya son casi las 6 y conociéndote te demoraras una eternidad arreglandote. - Se paró mientras se envolvía con la sabana dejando totalmente al descubierto al argentino quién se quejó, soló río he ignoró las quejas del más alto caminando hacia el baño para poder ducharse, Miguel siempre tenia algo de ropa en la casa del argentino y viceversa.

Cómo había dicho Miguel, Martín se demoro una eternidad escogiendo que ponerse porque según él debía versé más guapo de lo normal para poder conseguir ha alguien esta noche, a lo cuál Miguel rodó los ojos e ignoró.

Cuando por fin llegaron a aquel bendito restaurante ya casi todos estaban allí, y como de costumbre hicieron bromas al ver los llegar juntos diciendo cosa cómo " parecen lapas uno pegado al otro" o cosas como "mejor ya casense", Martín siguió el juego mientras que Miguel prefirió ignorar.

La cena paso tranquila todos reían bromeaban y conversaban sobre cosas random, mientras bebían cerveza y alguno que otro trago. Martín se dedico ha coquetearle ha Manuel, muy a su pesar del chileno quién intentaba ignorarlo olímpicamente.

Martín hubiese seguido con su labor de conquistar al castaño pero una risa mal disimulada capto su atención, volteó a ver y sentado justo al frente de él se encontraba Miguel riendo de lo más contentó al lado del brasileño quién pudo notar tenia abrazado de la cintura al más bajo y se encontraba muy cerca de esté.

you don't own meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora