GoodBye ✧ Yoonmin

Adios.

" Me siento tonto al estar escribiendo esto. Siempre he creído que la gente que escribe cartas de suicidio no quieren hacerlo realmente pero aquí me encuentro ya que es la única manera de decir lo que siento y pienso de ti, de confesar lo que me ha llevado hasta mis últimas consecuencias.

Tú.

Ya han sido 2 meses y se que no soportare más. Mis ganas de vivir se fueron contigo. Pero no estoy escribiendo esto para lamentarme, sino para agradecerte. Fuiste la única persona que me hizo sentir algo tan hermoso como el amor, el único que me dejo saber lo que es ser amado. Y aunque las cosas no estén terminando bien para mí me siento conforme con lo que tuve.

No quiero que te sientas culpable, está es mi decisión, sabes que siempre fui un persona deprimente y seguro muchos ya se lo esperaban. No fue tu culpa, fue mía, por dejar que el amor me consumiera por completa para que al final no me quedará nada, aunque estoy feliz, por haberte dado todo de mi, tú te merecías más que eso porque nunca he tenido mucho que dar.

Lo siento, por no hacerte sentir lo suficientemente enamorado, como yo lo estaba, o lo estoy. Lo estaré siempre, siempre estaré enamorado, muy enamorado de ti.

Espero que encuentres a ese alguien mejor que yo que si llene tu corazón por completo.

Alguien mejor que yo.

Adiós, Min YoonGi."

Sus manos temblaron y el pedazo arrugado de papel cayó al suelo.

Negó muchas veces, cerró los ojos con fuerza esperando que en cualquier momento despertase de esa pesadilla.

Porque esto no podía estar pasando.

Su respiración se aceleró y sus ojos se llenaron de lágrimas.

- Señor Min ¿se encuentra bien? - una voz a su lado murmuró pero YoonGi no podía ver al dueño, no podía ver nada ni oír nada. Su mente se desconecto por completo del mundo.

Estaba en shock.

Su pobre Jimin.

Se dio cuenta hasta entonces lo muy enamorado que seguía de Jimin, el enorme error que había cometido.

Había destrozado de la peor manara a su niño, lo había lanzado al abismo con sus propias manos. Lo había matado.

Era un asesino.

Más espasmos sacudieron su cuerpo y negó frenéticamente. Sabía que le estaban hablando pero no lograba comprender lo que decían, no podía, su mente no reaccionaba y solo podía pensar en un solo cosa.

Jimin se había suicidado, el había muerto por su culpa.

Y pasaría el resto de su vida extrañándolo, llorándolo y amándolo en silencio.

Porque Jimin se llevó su vida consigo también.

FIN.