✔ 30 DAYS OF SPRIWNTRAP ✔ #FNAFHS

✔ Day 3 ✔

Viendo películas:

Los recientes mejores amigos con diferencias muy notables se encontraban en la casa de Towntrap y siendo aún más específicos en su recámara. Como ya se sabe, un típico sábado por la mañana para ambos. Estaban aprovechado la oportunidad de que los tíos del pelinaranja no se encontraban en casa en ese momento, puesto que también trabajan los sábados pero hasta horas más tempranas, quedándoles tiempo de sobra para disfrutar con su ahijado

Springtrap y Towntrap no se hacían tanto problema con ese asunto. Siempre tenían en mente algo para hacer cuando se aburrían de una actividad. ¿Qué hacían entonces ese día?. Bueno, tras unas cuantas horas de haber estado jugando incontables partidas de videojuegos en todas y cada una de las consolas que el de ojos naranjas poseía (sin contar con su computadora, en la que también jugaron algunos otros cuantos juegos en línea), decidieron tomarse un descanso, viendo una muy entretenida película de comedia romántica

Por su parte, el ojigris muy pocas veces había tenido la oportunidad de ver una, por lo que Towntrap aprovechó para darle ese pequeño gusto, como todo buen amigo debería hacer. Para ese momento, la cinemática se encontraba a muy pocas escenas de su gran y esperado, más que nada por Springtrap, final

Degustaban, dentro de un bowl, una reducida cantidad de palomitas de maíz, las cuales obviamente estas se habían ido agotando a medida que la película lo hacía. El par observaba con detenimiento, sin despegar ni por un segundo su vista de la pantalla del televisor. Bestia (quien gustoso acompañó a su respectivo dueño al hogar contrario), había caído dormido por el cansancio en el piso en un rincón donde habían almohadones desde hace ya un muy largo rato. Sin embargo, ninguno de los jóvenes presentes lo notaron. Tanta así era su concentración

Y si no prestaron atención a ello, mucho menos a cuando accidentalmente sus manos se rozaban con suavidad al buscar el único aperitivo que tenían para toda la tarde. Tal vez era eso o era que simplemente querían dejarlo pasar para evitar la pena de la situación. Al fin y al cabo, no importaba tanto en ese momento

Cuando tras horas de espera, la película que habían estado viendo, terminó, casi ni siquiera quedaron conscientes de lo que sucedía fuera de la pantalla. Y sí, otra vez no notaron que ahora definitivamente tenían una mano encima de la otra, tanto así de juntas que entrelazaban sus dedos ligeramente, sintiendo por un momento la calidez propia de cada uno

Los créditos hicieron su aparición entonces, “despertándolos”, lo que en su momento parecía inalcanzable. Fue en esa precisa fracción de segundo en el que ambos vieron en la misma dirección encontrándose con esa incómoda y vergonzosa imagen que sus manos montaban entre ellas. La encantadora tonalidad rojiza en sus mejillas no se hizo de esperar, acto seguido, se dirigieron la mirada. Una directa a los brillantes ojos de su compañero

Apartaron sus miradas tan rápido como les fue posible, desviando la misma hasta donde lograrlo. Aunque sus manos no se habían siquiera removido en su lugar. Como si la comodidad de esa sensación les fuera única

Y tal como dicen, nada dura para siempre. La excepción de esa antigua creencia no se dio en ese preciso instante ya que, unos segundos después, el primero en quitar su mano fue el ojinaranja, increíblemente muy incómodo con la circunstancia recién vivida con su nuevo mejor amigo

—Perdona, Springtrap —soltó, riendo nervioso, siendo imitado por el rubio quien quitó su mano de donde se encontraba hace apenas un momento

—No hay problema

Tras lo último dicho, hubo un muy buen y profundo silencio incómodo que parecía nunca llegar a su fin. Claro, a Towntrap no le gustaban para nada los silencios incómodos, trató como pudo en buscar una,excusa para salir de ahí siquiera un corto lapso de tiempo

Así mismo, lo que hizo fue lo siguiente, se levantó de su cama, que era donde se hallaba sentado al igual que su amigo y tomó el bowl entre sus manos en un rápido movimiento que pasó desapercibido por el mayor

—E-Ehm yo... —empezó a decir, improvisando de la mejor forma que pudo— iré por más palomitas, ¿pones la siguiente película? —sonrió para aparentar sus nervios, lo que sí logró con facilidad extraordinaria

—Claro, sí, no hay problema —después de oír su respuesta, Towntrap salió a toda prisa de su habitación cerrando la puerta tras suyo al hacerlo. Springtrap suspiró, y no muy después sintió las patitas de su mascota colocarse sobre sus rodillas(ya que estaba sentado al borde de la cama), lo que lo obligó a a verlo y mimarlo  un poco, aunque eso último fue más que nada porque él mismo quiso hacerlo

—Estoy confundido Bestia... —le dijo en un susurro al perrito, a lo que este ladeó su cabeza dando la apariencia de oírlo más que atentamente— ¿qué debería hacer con esto que estoy sintiendo?. No es normal, ¿verdad?. ¿Qué dirían ellos de tenerlos aquí conmigo?. ¿Lo aceptarían?

Bajó el trayecto de su mirada hacia la punta de sus zapatos, dejando de acariciar al animal, Bestia comenzó a ladrar con insistencia en su dirección, Springtrap supuso o decidió creer que era su manera de contestarle aunque no entendía lo que quisiera decir e ningún sentido. Muy apenas, rió por lo bajo al recordarlos. A sus padres

Dejó pasar su conflicto mental, sólo por el momento intentaría no pensar al respecto, luego tendría que aclarar sus propias dudas respecto a sus sentimientos. Se centró en la que el ojinaranja le encargó, poner una película que pudiesen disfrutar juntos

Un rato después de hacerlo, Towntrap ingresó en su habitación con el bowl entre sus manos nuevamente, sólo que esta vez estaba lleno y él se aparentaba más tranquilo. Por lo mismo cuando ingresó, Springtrap quiso dejarlo pasar, hablar sobre lo anterior no tenía ni la más remota importancia. Como si no hubiera pasado en ningún momento, igual no valía la pena discutir sobre ello, ¿verdad?

Al menos no en ese mismo instante

No, prefirieron pasar su tarde como tenían planeada desde un principio, viendo películas. Lo demás no importaba