Obsession [YoonMin]

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Demencia: Pérdida o debilitamiento de las facultades mentales, generalmente grave y progresivo, debido a la edad o a una enfermedad, que se caracteriza por alteraciones de la memoria y la razón y trastornos en la conducta.

Despertó en un lugar oscuro, trató de moverse, pero la cuerda que estaba amarrada en sus muñecas se lo impedía, su cuerpo le pesaba, no sabía dónde se encontraba y tampoco recordaba lo que había sucedido.

- Veo que ya despertaste – una voz se escuchó del otro lado de la habitación. Jimin se sobresaltó y observo como aquella figura se acercaba cada vez más a él.

- ¿Quién...eres?, ¿Y por qué estoy aquí? – Jimin trago saliva, nervioso y asustado.

Pudo observar como aquel hombre sonrió de una forma burlona, este se acercaba cada vez más, dejando ver a un chico cabello rubio de piel pálida, y alto. Un recuerdo vino de repente y se acordó que él era quien lo había defendido de aquellos hombres. A pesar de que el alcohol en ese momento rondaba en su cuerpo, también le quedaba algo de consciencia.

- ¡Tú fuiste el que me ayudaste de esos hombres! – Jimin sonrió inocentemente – No sabes lo mucho que te agradezco, quizás si no hubieras llegado en ese momento yo ya estaría muerto – agradeció el menor.

El rubio se acercó un poco más a él, quedando a pocos centímetros de su rostro.

- Nunca dejaría que te hicieran daño – susurro cerca de su oído.

Jimin se alejó algo incómodo.

- ¿Podrías quitarme estas cuerdas?, yo ahora debo irme a casa – respondió Jimin, su pulso se aceleró, a pesar de que aquel chico lo había prácticamente salvado sabía que algo no estaba bien.

- ¿Y quién dijo que iras a casa? – el rubio miro a Jimin y nuevamente sonrió, poso su mano en la pierna de Jimin - ¿Acaso no quieres divertirte un rato? –

Jimin lo empujo como pudo y le gritó - ¡¿Pero qué mierda te pasa?! – sus manos le habían empezado a sudar, quería irse de ese lugar lo más pronto posible. – Pensé que eras una buena persona, pero estas loco – respondió.

- Las apariencias engañan, dulzura – el chico rubio, Yoongi, tomo fuertemente de las muñecas a Jimin - así que debes obedecerme en todo, porque si no me obedeces tendrás un castigo, un muy mal castigo – sonrió este.

El menor se alejó. Quería volver a casa, con su mejor amigo y su familia, quería escapar de ese lugar, escapar de aquel demente chico que literalmente lo tenía secuestrado.

- Desde el primer momento que te vi, sabía que tenías que ser mío cueste lo que cueste – se sentó al frente de Jimin – Eres tan hermoso, tan frágil, tan inocente. - ¿Por qué me haces esto, dulzura? – sus ojos se volvieron oscuros - ¿Por qué me haces amarte de esta manera? – se acercó a Jimin quien se aferraba a sus rodillas – No sabes lo mucho que esperé este momento – su respiración chocaba contra la oreja de Jimin – - No sabes el tiempo que estuve observándote. Viendo como aquellas chicas y chicos se acercaban a ti con una doble intención, ¿Y tú? Solo le sonreías coqueta mente, Oh mi amor, cometiste un grave error – tomó del cabello a Jimin con fuerza - ¿Por qué hacías eso, ¿eh? – lo miró con rabia.

- Por favor suéltame – sollozo Jimin – Te lo pido, no me hagas daño - - gritó, tratando de alejarse del agarre del rubio.

- ¿Tanto te gustó ser una maldita zorra con el que se te cruzaba por delante? – Gritó Yoongi, provocando que Jimin llorara aún más.

- ¡Yo no hice nada, lo juro! – le respondió – Déjame ir te lo pido – suplicó con los ojos rojos de tanto llorar – No le digo a nadie, solo déjame. Por favor -

- Me hiciste matar a todas aquellas personas que se te acercaban con esa intención, ¿En qué me has convertido?, Pero no me importa. Por ti soy capaz de todo.

Jimin lo miro horrorizado - ¡Eres un maldito enfermo! – grito con furia – Estas mal, necesitas ayuda, urgente – sollozo.

- Yo solo necesito tu amor – tomó del rostro a Jimin - apunto de rozar sus labios, pero Jimin lo empujo tratando de alejarlo - Yo nunca estaría contigo – contesto fríamente – aunque me pagaran, nunca me enamoraría de una persona enferma como tu –

Min Yoongi lo observó y soltó una risa que hizo estremecer a Jimin, Este se posiciono arriba del cuerpo de Jimin, sabía que así no podría alejarlo. – Recuerda Park, eres mío, solo mío – desató las cuerdas de sus muñecas – y te lo voy a demostrar.