Claramente no iban a permitir que Minseok se llevara una carga que nisiquiera le correspondía al no ser un líder Alfa como tal. La Ciudad de las Sombras podría esconder pistas cruciales en la búsqueda de ese despreciable engendro del mal que estaba provocando todos estos desastres; ni Suho ni Chanyeol iban a dejar pasar una oportunidad así. Sabían que Augus odiaba con todas sus fuerzas saber que sus pequeños andaban dándoselas de matones en algún lugar pero era un hombre inteligente y tenía que entender que cualquier información en estos momentos era muy valiosa y alguien tenía que encargarse de hacer ese viaje para supervisar lo que ocurría allá, y qué tan ciertas eran las sospechas de que el origen de las tragedias provenía de esas tierras, qué había motivado a los oscuros a usar esa manera tan horrible y descabellada para llamar la atención.
—Vayan —dijo Augus de mala gana, recostándose contra el respaldo de su silla frente a su escritorio teniendo delante a sus tres guerreros. Sus pequeños ya se estaban rebelando y no podía más que resignarse a acatar las leyes de la vida. —Portense bien y nada de pelear.
—Vamos a pelear solo si es necesario —aseguró Chanyeol.
—No hablo de eso —se limitó a decir Augus.
Los guerreros llegaron por fin a la entrada de ese pequeño averno en la tierra. La Ciudad de las Sombras era una localidad fortificada, rodeada por grandes muros que la mantenían alejada del resto, una cosa inmensamente ridícula puesto que nadie los atacaba, al contrario, todos sabían que los más busca pleitos del país, eran los Oscuros.
Cuando se abrieron las pesadas puertas de madera vieja, fueron recibidos por el celador de turno. En seguida ladró un furioso Rottweiler de un metro de altura que parecía tener dientes de acero. Una imitación barata de un Cerbero al que por fortuna mantenían atado. Según Suho, lo tenían amarrado con cadenas con el fin de que todos los extranjeros que cruzaran por ahí dijeran "Vaya, está atado, debe ser muy peligroso", pero el guerrero Alfa sabía mejor que nadie que el can solo estaba ahí por lucir bonito e intimidante. Por aquellos años en los que tanto Junmyeon como el perro estaban en la plenitud de sus años mozos tuvieron que enfrentarse, pero en menos de un minuto el guerrero tuvo al animal más que dominado.
El celador era un hombre rechoncho y de nariz roja, estaba en un notorio estado de ebriedad y con la misma sonrisa burlona de siempre. Probablemente estaba aterrado por ver a tres de los grandes líderes de Alfa frente a él, pero estaba tan acostumbrado a recibir gente miserable y sin la más mínima idea de dónde se estaban metiendo que ya reía por hábito.
—Queremos ver a tu príncipe, ¿está? —preguntó Chanyeol.
—Pues sí, supongo, ¿Quién lo busca? —preguntó el hombre usando un falso tono despectivo y una socarronería pesada, aun sabiendo que se jugaba el pescuezo por referirse de esa manera tan grosera a los Alfa... ¡A los Alfa, por favor!
Suho, más propenso a perder la paciencia con ese tipo de sujetos, hizo un claro ademán de querer materializar algún arma que le permitiera cortar a ese hombre en pedacitos, pero la mano de Chanyeol lo detuvo.
—Pues nosotros —respondió Chanyeol al hombre, frunciendo el ceño y sabiendo desde ya lo que le iba a responder.
—¿Y quiénes son "Nosotros"?
Acertó.
—Los que gozan de cortar en pedacitos a tipos como tú. —Chanyeol usó el mismo tono burlón y sonrió con arrogancia.
—Ah, pues, huum. —El hombrecito, hijo del rigor, al parecer no quería darse por vencido, pero fue notorio que la broma del líder de Alfa lo ofendió —¿Y por qué quieren ver a nuestro príncipe?, acaso dejaron su graaaaan Era para venir aquí a dar rienda suelta a sus más escondidos deseos, ¿mh? ¿Tal vez Suho y su debilidad por los menores?
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ÁNGEL NEGRO [EXO FANFIC AU]
FanfictionFinalizada. Nueve jóvenes que estaban destinados a ser invencibles guerreros fueron divididos por la traición. Un ente desconocido, apodado el ángel negro, está llevando el caos a los pueblos. Es entonces cuando comienza la búsqueda de los guerr...