Quinto paso.

8 5 0
                                    

Samyra.

Vi como se alejaba el coche de la persona que más me caía bien del círculo de West Indies, aveces me pregunto por qué las personas usan esas malditas máquinas que nada más  nos contaminan, inmediatamente se me viene a la cabeza la respuesta;nos auto destruimos, intencional o no, veo las noticias y noto que somos un veneno, o una droga del planeta, ella es adicta a nosotros y nosotros somos a la vez la destruimos, damos vida pero también quitamos vida, es increíble cómo somos nuestros enemigos, nosotros, nadie más nos ataca, solo nosotros.

Dirigí mi mirada hacia el reloj de muñeca y vi que apenas eran las 7:00pm, es muy temprano.
Mientras ingresaba la huella para entrar a mi casa, pensé en consultar mi lista de teléfonos para llamar a alguien para no estar aburrida, o tal vez pueda llamar a Emma.....
No había llamado a Emma después de que se fuera de la casa en la mañana cuando yo estaba de salida con mi hermano a esa junta, oh mi hermano. No sé nada de él, no sé si Nick y su crío lo secuestraron en la "celebración" o algo, al instante me recuerdo que no hay de qué preocuparse, no lo van a secuestrar, además me vale un pepino que lo secuestren la verdad. Sería lo mejor.

Voy directo a la cocina para beber algo, tengo la garganta seca, no sé por qué, me percato que están los bombillos prendidos, y me pongo en alerta, ¿se habrá metido alguien? No puede ser que sea mi hermano, es demasiado temprano para su regreso. Pisando más suave pero más rápido, como un ninja, abro la puerta oscura y me preparo para ver quién se metió en mi........

-¡CHA-CHAN!.

-¡CARAJO!.-grité mientras Emma se abalanzaba sobre mí, bueno, ya no hay necesidad de llamarla después de todo.

-¿Te asuste, cariño?.-dijo y se echó a reír, mientras yo maldecía por debajo.

-Tienes que dejar de hacer eso.

-¿Hacer qué?

-Pues esto , ya sabes que puedes entrar a mi casa pero casi me das un susto de muerte, ¿no te acuerdas que ya alguien tuvo la osadía de tratar de entrar a la mansión? Estoy en alerta casi siempre, podrías haber avisado.

-Si lo haré.-dijo restándole importancia, pero estoy ya estoy harta de estar presa del pánico, así que le lanzó una mirada asesina y cambia de opinión.-Vale, vale, prometo avisar, de verdad, no me mates.

-Me alegra.-dije poniendo los ojos en blanco exageradamente.

-Y ya que estamos con alegrías......

-¿Qué?

Esbozó una sonrisa y dijo.-¿Como te fue con Hugo?

-Bien.-dije secamente.

-Vamos, cuéntame más, ¿y los detalles?

-Vamos, cállate.-dije interrumpiendo su discurso idiota, levante una mano haciendo ademán de cerrarle esa boca de muy bajo nivel.

-¿Cuando admitirás que te gusta?.-me dice incitando mi enojo.

-¿Cuándo dejarás de molestar?

-Si, si claro.-dijo poniendo los ojos en blanco, aveces me recuerdo que ni siquiera la considero mi amiga y no sé por qué está aquí. La presencia desagrada al más virgen ser.

-Perdida de tiempo, dulzura, la aburricion me mata.

-Vale, mira podemos........-no termina la frase por qué un teléfono la interrumpe, con un ceño fruncido saca ese ladrillo y mira la pantalla, veo como le brillan los ojos, levanta la mirada y me enseña la pantalla de su móvil.-aquí está nuestro pasatiempo.

-Genial Emma, Matías y el otro.......

-Ross.-dijo recordándome el nombre del fulano.

-Eeeeh, si ese, invítalos, Rudolf, está ocupado así que no hay problema.-dije con las comisuras de los labios hacia arriba.

-Si, les voy a confirmar que es en tu casa.

-Ya deben saberlo.

-Lo sé, pero....-lanzó juramentos que es mejor no describir.

-Llámalos ¿quieres?

Asintió y se dio la vuelta, no sé por qué, pero sentí demasiada curiosidad, es muy gracioso de qué, al menos yo, cuando es evidente que necesitan espacio, más incrementa mi necesidad de estar cerca. Calidez humana enferma a gravedad, eso es seguro.

Me acerqué al frigorífico y saqué una lata de cerveza bien fría, volví a ver el reloj y seguían siendo las 7:00pm, el tiempo si que es cruel.

Dos cervezas después Emma terminó su pequeña platica con los chicos que ni siquiera me acuerdo exactamente de sus nombres.

-Están en camino, llegan aproximadamente en......-se oye un timbre y dirigí la mirada hacia la puerta.-ahora.-dijo con una sonrisa y salió corriendo a su encuentro. Saqué mi celular y vi mi reflejo, fruncí el ceño y lo volví a guardar, la costumbre.

De repente entraron dos chicos altos y guapos, me centré en el más pequeño, noté que también me miraba y le regale una sonrisa seca.
-¡Bienvenidos!.-dijo introduciéndolos en la cocina dios, se mostraban muy nerviosos, pero ¿por qué?.-ya deben de conocer a Samyra.

-Hola.-dijo creo Matías.

-Hola tú.-lo salude mientras el más chico decía "encantado de conocerte" al mismo tiempo. Creo que ese es el saludo más común que eh escuchado en toda mi larga pero corta vida.

Lo miré a los ojos y se sonrojó de una manera escandalosa, a punto de hacer un comentario sobre su inoportuna reacción Emma me empezó a platicar sobre la vida ordinaria de estos, al parecer, hermanos, perdí atención y me centré en mi lata número #8 de cerveza. Pasamos un rato intercambiando momentos graciosos de la uni y enseguida nos fuimos a la sala, desde ahí Emma les ofreció vodka y ellos educadamente lo aceptaron. Yo pocas veces participaba en la conversación porque la mayoría del tiempo me fijé en el chico pequeño, su coloración aumentaba con cada litro de alcohol que consumía.

-Aguanta, chiquillo, tienes toda la noche para tomar.

Y en efecto, siguió al pie de la letra mi consejo. Tomaron y tomaron más de lo que su sistema inmune soporta. La compañera de salón fue a hacer su deber con el hermano mayor del pobre engendro con alma pura. Pureza entintada. Eso era lo que reinaba en las personas de ahora. Observaba desde lo alto, espectador de  lo pasaba. Los temas de los que hablaban, mi voz deteriorada no tenía ganas de hablar. La cura de los vicios en temprana edad es tan obvio y sencillo que se puede hacer nosotros mismos. Un toque de infancia gastada no es la excepción, alcohólica de nacimiento.

Los días en mi casa eran distintos, agredidos a lo que conozco ahora. Un corazón no sólo se puede romper por amor, quebrajarse con rasguños y moretones en los sueños. ¿Por qué, cause la indefinida pérdida de inocencia? No vivo en el ahora, ni en el pasado, tampoco en el futuro. Solamente vivo y soporto a algo inaccesible, solo espero, tardo en despertar y en dormirme. 
Hora cero. Se inmutaron todos. Nadando en etanol, felices de su logro.

-¿Quueee te pasaa, Samyyy?.-me miro Ross. Versificado.-No tomaste demasiado.

-Cariño, tengo resistencia al alcohol.

-¡No! ¿¡Más, no conformar!?.-gruñó su hermano violentado a su instintos de homo sapiens.

Emma no se quedó atrás, e añadió sin pena.-Jeje, eras un encanto.

-El ser humano es la flor más delicada, no le gusta nada, y paciencia le falta.

(Pss, venga, baja más)


Holi, noté que las pocas leídas que tengo son en perspectiva de Samyra, no de Wilmer, así que si no les gusta esto de la historia la puedo cambiar no hay problema, acepto críticas de verdad acepto :), que tengáis una excelente semana.

15 pasos al cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora