Historias cortas de solangelo

La carta

N/A: este fanfics esta pensado en el Futuro, Nico y Will aquí ya son adultos, viven juntos y están casados.
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Había sido un día tranquilo para Nico, eran las 7 pm en la ciudad de Nueva York e iba camino a su casa, la cual estaba solo a 20 minutos caminando desde su trabajo, una cafetería italiana que había puesto a base de mucho esfuerzo y trabajo.

Cuando llegó a su edificio le sorprendió ver que el auto de Will estuviera estacionado fuera, se suponía que su esposo -aún no se acostumbra a llamarlo así, a pesar de llevar casi 5 años de matrimonio- llegaría tarde aquél día, se suponía que tenia turno en el hospital. Subió hasta el séptimo piso donde se encontraba su apartamento, cuando vio la puerta abierta realmente se asustó, busco un pequeño cuchillo de plata que le había regalado Reyna hace muchos años y se adentró a su hogar, rezándole a los dioses por que nada malo le hubiera pasado a Will.

Recorrió casi todas las Habitaciones en silencio, pero no encontró rastro de su pareja, al final se fue acercando a su dormitorio, ahí fue cuando escuchó un sollozo, suave y algo ahogado, abrió la puerta con lentitud y fue ahí cuando vio a Will, sentado sobre la cama, con sus manos tapándole el rostro, claramente llorando, Nico no hizo más que guardar el cuchillo y acercarse a él.

- Will, cariño. ¿Qué sucede? - preguntó Nico, al verlo tan acongojado.

Will solo atinó a aferrarse a su cuello, Nico solo le acarició su espalda, queriendo consolarlo, pero le extrañó que de pronto tuviera los labios de Will sobre los suyos y a pesar de que hubieran lágrimas surcando su rostro el rubio estuviera sonriendo.

-  Nico ¡Oh Nico! - le habló con voz rasposa el rubio - ¡acaba de pasar algo maravilloso! - Will con las manos temblorosas recogió unas hojas que estaban regadas por el suelo, las cuales Nico ni siquiera había notado y se aclaró la voz tosiendo - tienes que leer - le ofreció Will la carta, mientras se secaba con sus mangas las lágrimas de su rostro - los dioses han escuchado nuestras plegarias.

Nico estaba muy intrigado, sólo se le ocurría una cosa que podía tener así de emocionado y feliz a Will, sus sospechas fueron confirmadas a medida que iba leyendo, levantó sus ojos del papel para mirar a su esposo, quien ahora estaba sonriendo aún con los ojos llorosos.

- Esto ... ¿No es una broma? ¿Verdad? - preguntó Nico algo desesperado, cuando vio que Will negaba con la cabeza, lo abrazó con fuerza, sintiendo que las lágrimas ahora también venían a él - no lo puedo creer Will, ahora seremos padres, Will, ¡servicios sociales dijo que éramos una pareja apta para la adopción! - dijo el pelinegro con voz emocionada, ya no podía contener sus lágrimas, él y Will ahora estaban llorando juntos, abrazados. Nico se sintió feliz, ahora su preocupación inicial no era más que una tontería. Iban a ser padres, esa la única idea que solo lograba procesar su mente, no supo cuanto tuvo los labios de Will nuevamente sobre los suyos, pero solo se dejó llevar, expresando todo su amor por el rubio en un beso, toda su alegría, toda su felicidad era aquel hombre que ahora lo abrazaba y besaba, Will lo hacía de muchas maneras feliz, pero ahora su familia sería más grande, sentía que su corazón ya se expandía para empezar a guardar el amor que tenía para su próximo futuro integrante de la familia Solace - di Angelo.

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Espero que les haya gustado, esta es la primera de las que espero sean muchas historias cortas de solangelo.

Eso, los quiero un montón.
Besos ardientes para ustedes <3