why?

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Estaba comenzando a fastidiarse, era como si le hubieran lanzado muchos lápices a la vez, ya que, como su padre decía: sobre aviso, no hay engaño. Y casi así fue como Guillermo estaba a punto de cortarse con una deliciosa galleta, ¿apoco no, carnal?

Llegó a la memoria de Guillermo cuando estaba en Vietnam. Poom, poom, poom. Disparos por todos lados, corría para no ser alcanzado, y después de eso solamente reía un poco. Aquel estúpido pensamiento había relajado solo un 1/10 a Guillermo, pero alegró un poco su día.

Ignoró aquello después, sacó su móvil mientras caminaba un poco más para ir a su banca favorita, en donde, curiosamente casi nadie se sentaba. Tan inútil fue en aquel momento sacar su móvil que chocó con un chico que venía más despistado que él, haciendo que el poco café que le quedaba se derramara en su suéter.

—Lo siento.— pronunció el tipo con una cabeza baja que lo hizo dudar.

—No hay problema, señor.

—Rayos, debería rasurarme la barba después de todo, ¿Tan viejo me veo? Bueno, puedo mandar tu suéter a la lavandería, si gustas; fue mi culpa, yo lo arreglo

—¿Ah?— pensó y respondió solamente— ¿cuál es su nombre?

—Samuel.— sonrió y a Guillermo le había dado algo.

—Vale, yo soy Guillermo.

Y sí que fue extraño, el chico le había dado su tarjeta y cuando sonrió estaba tipo: "se me paraliza la cocha" y pensaba en la cosa rosa esa que salía en Backyardigans.

—Te llamaré, deberás regresarme mi suéter.— sonrió de forma en la que sus ojitos quedaron más bellos de lo normal.

—Nos vemos, Guillermo, ten un buen día; te avisaré cuando esté lista.— y se fue.

Regresó a su destino, la banca que usaba siempre. Terminó sus proyectos, terminó sus tareas y ya estaba oscureciendo, así que regresó a su hogar.

Revisó sus redes sociales, al final su correo, y le interesó uno bastante. No conocía a la persona que enviaba aquello, pero al leer lo que decía el correo lo supo.

"@mrmroficial.

¡Hola! Pregunté en la lavandería cuando estaría lista y me dijeron que estaba hasta el lunes, lo siento aún. Me dices a que hora iríamos y ahí me presento.
Después de ahí podríamos ir a dar una vuelta, si quieres.

@willyrexyt
Está bien, pero tengo una duda, ¿cómo conseguiste mi correo?

@mrmroficial.
¿No me reconociste? ¡Soy Samuel! ¿El niño friki del instituto? ¡Andaaaa! No me digas que te olvidaste de mí, yo que estaba tan feliz de volver a verte.

@willyrexyt
¿En serio? Cuanto que has crecido, ahora hasta pareces mayor que yo cuando antes no era así.
Nos vemos el lunes en donde tú digas, así podremos hablar bien."

A Guillermo se le hizo tan extraño que fuera ese niño raro, y también se le hizo muy extraño que lo haya invitado después de todo a dar una vuelta, y aún más extraño se le hizo no haberse dado cuenta de que tenía su correo. Tal vez ese día todo fue muy extraño. Era el día extrañístico, no extrañísimo, extranístico.

Una pequeña curiosidad de Guillermo era que le ponía nombres raros a todo, como a su tortuga, la llamó trotuman, pero pocos entendían, ¿por qué? Porque siempre fue así, porque a él le gustaba todo lo nuevo, porque no le gustaba ser herido o que alguien más lo sea, porque él siempre fue inocente, porque le gustaba vivir así.


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⏰ Última actualización: Jul 08, 2019 ⏰

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