Mi Familia

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EXTRA


Otro día más en que el sol los acompaña, la briza del mar los refresca también ayudando a mover las velas para dirigirse a su próximo destino al igual que para secar la ropa de todos los tripulantes algo que se había vuelto rutina y con escrutinio todo debido a cierto rubio que en su último mes de embarazo se había vuelto susceptible a los olores.

El Sunny-Go relucía de lo limpio que estaba incluso tenía un agradable aroma floral por los mandarinos de Nami, quien alegre de saber que faltaba poco para el nacimiento de su sobrino o sobrina preparaban junto con Robín ropa y juguetes.

Gracias a Franky hubo una remodelación en el barco para darles privacidad y comodidad a la pareja también aportando con la cama-cuna que había estado haciendo en secreto meses antes, Usopp había elegido ayudar al rubio en lo que necesitara claro está que no lo acompañaba cuando hacia las compras eso ya era algo que solo Zoro hacía.

El pequeño capitán se comportaba como siempre se diría que para evitarle estragos a su cocinero dejaría de molestarlo cada media hora y según él lo hacía porque ahora esperaba una hora incluso aunque su estómago gruñera esperaba una hora para ir a verlo...bueno eso era su forma de "cuidarlo" claro está que en estos meses que habían pasado enemigos habían tenido unos más fuertes que otros y el siempre pendiente de todos sus nakamas salvo que con una intensidad mayor con el rubio.

Chopper por su parte estaba más inquieto que el embarazado debido a que quería estar preparada para cualquier caso, después de estudios había decidido que lo mejor era la cesaría no solo le evitaría problemas a la hora del parto sino que sería más fácil para su amigo. La operación saldría bien, faltaban cuatro a una semana para ello pero con los embarazos no siempre se tiene una fecha real, tenía hasta las pintas de sangre que unas amables y velludas, masculinas...digo caballerosas mujeres "muy" femeninas le ayudaron a obtener. Si, nada podía ir mal salvo la impresión.

Mientras tanto el músico se encontraba más que emocionado, debido a la llegada del bebe sus composiciones eran de 10 a 20 por día de diversos temas de historias de muchas cosas hechas melodías suaves a veces rápidas para alegrar o ayudar a dormir al infante y cuando se las presentaba a sus amigos se quedaban maravillados por lo que si sus huesitos pudieran formarían una sonrisa enorme.

Bueno se preguntaran que pasa con el padre primerizo con cabello peliverde y de genio irritante de buda musculoso, sus hábitos no había cambiado mucho en realidad seguía haciendo sus exhaustas rutinas de entrenamiento y aunque no lo admitiría en voz alta había estado practicando nuevas técnicas para mayor alcance y poder de esa manera tenía más confianza a proteger a su pareja e hijo...o hija.

La razón porque no sabían el sexo de su bebe fue porque Sanji decidió que fuera una sorpresa ya que en un momento mientras hablaban en su recamara uno quería tener un lindo y precioso niño mientras el otro una adorable y hermosa niña para no discutir por ello decidieron que no sabrían el sexo del bebe hasta su nacimiento tan solo escogiendo los nombres

Al llegar a la isla le pareció un buen lugar para descansar, el clima era cálido pero no lo suficiente para ser molesto sin embargo la isla era un tanto empinada lo que dificultaba su movimiento. Sanji quería ya dar a luz, sentía que no podía más y es que a pesar del hecho de que le encantaba sentir a su pequeñina patear y moverse le costaba en su rendimiento sentía tal cansancio que últimamente al llegar a la cama dormía sin importarle si el mundo se caía a pedazos. Durante el día no podía estar mucho tiempo parado ni sentado y como si su bebe creyera que de un balón de futbol se tratara su pobre vejiga no pasaba más tiempo en idas al baño que nada. Aunque lo que más le molestaba era el hecho de la abstinencia a pesar de que el deseo estaba y él sabía que Zoro también lo deseaba pero por órdenes del médico no podían hacerlo y como buen niño el marimo procuraba no tocarlo de esa manera lo único que lo relajaba era el hecho que tras los meses del embarazo Sanji se había sentido en momentos tan mal que creía que a Zoro no le gustaba como él se veía pero el moreno siempre le demostraba que a pesar de perder la paciencia lo amaba, los amaba.

Todo por tu culpa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora