PRÓLOGO

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Mi pueblo, Dacs, era un pueblo apartado de Londres. A diferencia de ahí, no había nada que hacer, era un pueblo con pocos habitantes, no era nada interesante. Creía que era un pueblo normal, como cualquier otro, el que no te fijas cuando estás mirando el mapa del mundo, el que pasa desapercibido.
O eso creía...
Hasta que le conocí.
Cambió el modo de como veía el mundo.
Me cambió a mi.

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