Citas ✈ Gruvia fanfic.

→ ¿Una cita?

Gray Fullbuster era una persona fría, que no sabía muy bien como manejar sus sentimientos que se desbordaban por una mujer. Esa mujer se llamaba Juvia Loxar, una peliazul que desprendía belleza nata, con ojos azulados como el océano. 

Para Gray ella era un sueño, pero era la realidad que debía afrontar. Se había enamorado de ella en cuestión de meses, ella había caído rendida a él desde el momento en que lo conoció. ¿Cuál era el problema entonces?

Que Gray no sabía que hacer cuando estaba con ella, siempre dejaba que todo fluya, pero esa no es la solución.

¡Era difícil llevar todo eso de ser novios! ¿Por qué?

Porqué ni siquiera fue el quien pidió a Juvia ser su novio.

♦ ♦ ♦

—¿Qué pasa, Juvia? —Preguntó mientras bebía su jugo de maracuyá en el colegio.

—Juvia tiene que decir algo importante, es una petición.

—¿Petición? —él sacó su billetera— Si es dinero no hay problema.

—¡No! No necesito dinero, Gray sama. —Su ceño fruncido y su puchero hacían reaccionar un poco a Gray.

—¿No, entonces qué? —sonrió pícaro— ¿Estás deseando un beso? 

Se acercó a los labios de Juvia pero no obtuvo mucho, bueno, obtuvo una patada en los kinotos.

Ya saben, huevos, partes, genitales, como quieran.

—¿P-Por qué la patada, no te gustan mis besos?

—A Juvia le encantan, pero...—Su sonrojo aumentaba. 

—¡Tenemos que ser novios para seguir con esto! —Gray escupió su jugo sorprendido.

Loxar tomó la mano de su chico y se arrodilló, justo frente a todo el colegio.

— ¡GRAY-SAMA FULLBUSTER! ¡¿QUIERE SER NOVIO DE JUVIA!? 

— ¡¿QUÉ!? —Gritó sonrojado,todos reían por la rara manera en la que se invertían los roles.

No podía negarse, si el la quería, a su manera pero lo hacia.

—S-S-Sí, quiero... —Ese tartamudeo no era típico en un hombre, pero ya ven lo que Juvia puede causar y hacer.

  ♦ ♦ ♦ 

Pasaban los días y disfrutaban de su relacion estable, pero solo se basaba en verse en el colegio.

A Gray eso no le bastaba, y menos que menos a Juvia. Faltaba algo, algo muy importante. El tenía que aprender a ser un novio como tal,dando regalos, sorprendiendo a su mujer, era cuestión de indagar sobre como debía comportarse o como debía ser estando con ella.

Tenía en claro que la relación no solo se basa en besos, abrazos, y caricias. 

Debían tener citas, paseos, cenas románticas, aunque sea salir por un mantecado, o una malteada...

—¿Una cita, Gray-sama?

—Sí, necesitamos una cita, Juvia...