¿Cuánto tiempo había pasado? ¿10? No, ¿15? Tal vez, quizá un poco más, realmente no estaba seguro, lo único que sabía en ese momento es que mi mundo se había desmoronado en una sola exhalación, y que por más que quisiera, no podía detener las lágrimas que salían sin permiso de mis ojos; dejé de escuchar las explicaciones del doctor hace tiempo, ni siquiera prestaba atención a las palabras que Kuroo me susurraba y sus vanos intentos por hacerme reaccionar.
Se que me sacaron de ahí entre jalones y empujones, e incluso recuerdo como me ayudaron a hacer trámites y arreglos, pero a pesar de eso, no podía dejar de pensar en él, en esa persona que por tantos años estuvo a mi lado, ayudándome, apoyándome, evitando que me desmoronara en mis peores momentos y elevando mi dicha y felicidad en los mejores, esa persona que ya no estaba conmigo, y no podía hacer algo para traerla de vuelta.
¿Como fue que paso todo? Aún no estoy muy seguro, solo te recuerdo a ti, Akaashi, riendo por una broma antes de regresar a casa, y al momento siguiente ambos estábamos en el hospital más cercano con varios doctores alrededor nuestro, separándonos, llevándonos a cada uno a diferente quirófano para salvar nuestras vidas.
Fueron semanas las que pasaron para poder volver a verte, dormido en la cama de hospital, tan relajado como siempre estuviste, tan tranquilo como siempre te mostraste, tan hermoso como siempre fuiste y mostrando esa bella sonrisa de la que me enamoré hace tantos años.
Fue casi un mes el que estuviste en esa cama de hospital, a veces dormido, a veces riendo de los malos chistes de Kuroo y míos, y muchas otras sufriendo, siendo atacado por terrores nocturnos o por el dolor de tus heridas, probablemente ese fue el mes en el que mas dolor atravesaste, y como si el Universo lo supiera, te concedió la paz una noche de verano, te dejó descansar hace un par de días, mostrando ese relajado semblante de siempre.
El momento de enterrarte fue por mucho el más doloroso de toda mi vida, porque aunque quisiera negarlo, no podría volver a verte, tocarte, escucharte, probar tus labios o demostrarte cuanto te amaba, y recordé todas aquellas promesas que hicimos algún día, promesas que ahora no podríamos cumplir juntos, promesas que no podría realizar sin tu ayuda, promesas que sin ti no tenían sentido.
Esa noche lloré, lloré como nunca antes lo había hecho y grité hasta que mis pulmones quedaron vacíos y mi garganta ardía del esfuerzo, y ni siquiera eso fue suficiente para aliviar el dolor de tu ausencia, para llenar el vacío que dejaste con tu partida, para no sentirme solo en la que era nuestra habitación, en lo que era nuestro hogar.
Ocho meses después de eso llegué a acostumbrarme a estar sin ti, a levantarme y no ver tu rostro, a no escuchar tu voz deseándome un buen día o diciendo tu típico "Bokuto-san", a no besar tus labios y a no tocar tu piel; todo mundo pensó que te había superado, todos menos Kuroo y Kenma, los únicos capaces de ver como me hacías falta ya que fueron los que más me ayudaron en el momento de tu partida; y cuando tuve que guardar tus cosas en el ático, ellos lo hicieron por mí, para que no me desmoronara como tantas veces he hecho al pensar en ti.
Un día subí al ático buscando una aspiradora tuya, esa que siempre me obligabas a usar cuando tocaba limpiar la casa, y fue enorme mi sorpresa al encontrar entre tus cosas una nota, al parecer de cuando estabas en el hospital.
"Bokuto-san:
Se lo que le está pasando a mi cuerpo, aunque no me lo quieras decir y sigas manteniendo las esperanzas de que voy a mejorar se que no lo haré, y que pronto tendré que dejarte.
Nunca imaginé que llegaríamos a tener ese accidente, o que terminaría hospitalizado, y mucho menos que todo acabaría aquí; se que te vas a deprimir mucho, podría apostar a que llorarás por mí, y se que ya te imaginarás el tipo de petición que voy a hacerte y me dirás que es inútil, pero por favor No sufras por mi y sigue adelante, porque te aseguro, que tarde o temprano, quieras o no, nos volveremos a encontrar del otro lado, y ésta vez sin nada ni nadie que pueda detenernos.
Ten por seguro que luchare con todas mis fuerzas hasta el final, después de todo pasará un buen tiempo hasta poder volver a verte. Tómate tu tiempo en venir, y sigue sonriendo como siempre lo has hecho.
Te amaré incluso después de la muerte.
Akaashi"
Si no fuera por esa nota tuya que encontré, probablemente nunca me hubiera recuperado como lo hice, ni habría vuelto a jugar voleyball con los chicos.
Un par de años después me volví entrenador de la escuela Fukurodani, ya sabes, esa en la que nos conocimos, y aunque conocí muchas chicas y chicos increíbles, nunca nadie como tú; jamás me volví a casar o a estar con alguien más, mi corazón siempre fue tuyo y siempre lo será, y me alegra saber que después de tanta espera, por fin podré volver a verte, y que el mismo accidente que te llevó de mi lado, fue el mismo que nos volvió a reunir.
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Te Amaré Por Siempre [BokuAka One-Shot]
FanfictionPorque, sin importar lo que pase, el corazón de Bokuto Kotaro solo le pertenecerá a Akashi Keiji.