Código de warwolfs - Code of warwolfs

Capitulo 0 - Una Guerra

Lugar: Campamento warwolf de Theluji cerca de una montaña, horas: 20:00, cielo despejado.

Sefu

-Los humanos siempre buscan tener más poder, siempre quieren más- apreté con fuerza mis garras, dejando unas marcas profundas en la plata- ellos querían acabar con sus enemigos, un grupo quería eso, otro quería "paz"- solté una fuerte risotada de mis fauces- ingenuamente creyeron que conseguirían paz creándonos como si hubiesen sido hace siglos cuando fue hace apenas unos años- pase mi pata por mi mentón recordando cada uno de los sucesos; una sonrisa se formó en mi rostro marcado de cicatrices- aunque gracias a eso, existimos... se matan entre ellos, no por alimento, no... lo hacen sin motivo, jamás comprenderé su razonamiento.

-A no ser de que convivas con ellos por décadas, es la única forma que veo en la que puedas entenderlos- volví a soltar otra risotada al escuchar su voz, sonreí - y ya deja de asustar a los niños, que tú no eres el que los cuida –sin verlo sentía su mirada de disgusto, se muy bien cuanto le molesta que cuente las historias del pasado- Vamos, ni he llegado a la mejor parte – no deje de sonreír, es divertido ver a mi primo molesto. Pero no lo suficiente molesto como para que quiera romper el código.

Suspiró pesadamente, se dio la vuelta y camino- más te vale que no tengan pesadillas, o tú te quedarás a cuidarlos hasta que se duerman- gruño antes de irse.

-Feh- gruñí fastidiado y me rasque la cabeza, sin tener pelaje en esa zona ,sin darme cuenta me hice unas pocas heridas por la piel sensible que tengo. Una de las desventajas de ser un warwolf.

-Por favor, señor, continué –uno de los pequeños me miraba sonriendo ,con los ojos brillando de curiosidad esperando a que prosiguiera con la historia- no tengo miedo y mis amigos tampoco verdad?- los demás asintieron al mismo tiempo. Que niños más valientes.

-Bien, seguiré- me puse de pie- les diré la mejor parte, niños, aunque los otros adultos digan que nosotros fuimos los primeros;se equivocan, fuimos lo segundos- comenzaron las miradas de tristeza- pero eso no es malo. Todo lo contrario –señale a cada uno de ellos y me señaló a mi mismo - no cometieron los mismos errores, fueron décadas de investigación para poder crearnos y hacernos mucho mejor que los Lowen Stahl

-Los Lowen Stahl tienen una piel muy resistente y están hechos de diferentes metales según tengo entendido- uno de los niños se puso de pie también- hay algunos que son puros de un solo tipo de metal y otros que llevan uno o más tipos de metales; en cambio nosotros tenemos una piel sensible – bajo un poco sus orejas pensativo- no comprendo como podemos ser mejor.

Arqueé una ceja. Le di un par de palmadas en su cabeza y proseguí - verás, pequeño, no tendremos esas cualidades, pero nuestra resistencia es la misma o incluso mayor. Además somos un poco más rápidos, sin olvidar lo que nos diferencia de ellos y de todas las demás especies. Nuestro código.

-Los Lowen Stahl no siguen ningún código y los humanos no respetan los códigos que crean. Siempre recuerden que un warwolf deja de ser uno cuando no respeta el código. Nunca lo olviden.

-Y,y,y,y que paso con la guerra? –preguntó una niña impaciente por saber dado al cambio repentino de tema, alzaba una pata intentando llamar más la atención.

-Paciencia, pequeña, paciencia-reí un poco ante su impaciencia- en ese entonces había muchísimas guerras, hmm, bueno no muchas- frote mi mentón pensando en cada una de esas guerras, recordaba más las de oriente que después de tanto siglos pudimos darle fin- aunque afectaban a grandes países. Un grupo de humanos estaba cansado de ello, de no poder hacer nada y ver que la gente siga muriendo. Así que, iniciaron un proyecto, querían crear un ejercito que pudiera acabar con esa guerra en cuestión de días. La investigación tomo mucho tiempo, hasta que estuvieron de acuerdo en que crearían a los Lowen Stahl- mencione con seriedad esas dos palabras, sentía mi sangre hervir con tan solo pronunciar su nombre y el recordar cada vida perdida por su culpa, me acomodé el cráneo que llevaba en mi cabeza, tome un poco de aire - no optaron por las maquinas porque el tiempo era corto, necesitaban una solución rápida y lo encontraron en ellos. Modificaron muchos especímenes, mutaron y combinaron especies, conservan la característica de verse físicamente como un león o algo similar a uno. Sin embargo, sus huesos, piel, pelaje y pelo están hechos de diversos metales. Sin contar su regeneración, fuerza y velocidad. Un arma a la cual no podrían enfrentar en ninguna situación. Recuerdo que querían hacerlos a prueba de bombas nucleares- alcé los hombros sin darle mucho a importancia a eso, después de todo no lo consiguieron- no les alcanzo el tiempo y desistieron- sentía como tenía la vista agotada por culpa del viaje, estar tanto tiempo bajo el sol me canso más de lo que pensé. La luz que entraba por el tragaluz me caí demasiado cerca de los ojos y eso que es luz lunar - en un principio les funciono, la guerra acabo y la paz pudo venir, cualquiera que se atrevía a intentar perturbar esa paz...tendría que enfrentar un destino peor que la muerte. Los empezaron a usar como guardaespaldas para las personas con cargos importantes, los Lowen Stahl sabían cuando se iba a producir algún ataque, el como lo sabían, ni idea. Esas-me quede en silencio unos segundos, entrecerré los ojos- cosas son capaces de tragarse una bomba y salir ilesos- sonreí de nuevo, esta vez de una forma un tanto aterradora mostrando mis colmillos- no obstante – alcé un dedo de mi pata para recalcar-algo sucedió- tal vez, porque se dieron cuenta de que los estaban usando como objetos que podían desechar cuando ya no les vieran ningún uso.