[WooGyu] Our Little Secret [Completa]

Capítulo 2. It will get worse

POV. WOOHYUN

¿Cómo podía ser tan adorable aquel adolescente?

En general adorable no sería una palabra que habitualmente se le fuese a dedicar a un ser que no fuese un bebé o un niño pequeño, probablemente menor de siete u ocho años así que pensar así de un adolescente, ya con sus diecisiete años cumplidos era extraño.

Muy extraño, pero desgraciadamente cierto, al menos para él puesto que a mí me encantaba ese hecho.

Kim SungGyu.

Me encontré sonriendo con diversión en la sala de profesores mientras almorzaba con tranquilidad antes de mi siguiente clase el miércoles, sin poder evitar pensar en el agradable tono rosado que habían adoptado de nuevo las mejillas de mi alumno favorito.

Porque ese niño definitivamente era mi alumno favorito con diferencia, si bien algunos tenían un concepto distinto de lo que significaba ser el favorito de un profesor.

Algunos te lanzaban cumplidos y te ponían de ejemplo ante los demás alumnos, otros solo te sonreían con afecto y asentían ante tus buenas respuestas y tal, mientras que en mi caso significa que te convertías en el nuevo centro de mis burlas.

No las hacía con mala intención realmente, pero no podía evitar querer ver esas mejillas sonrojadas cada vez que le remarcaba algún pequeño fallo, uno que realmente no tenía importancia alguna pero que él se tomaba como si fuese un error vital.

Estupideces.

Que se alarmase cada vez que le llamaban la atención era algo que quería corregirle a mi manera, después de todo a lo largo de su vida iba a vivir muchos momentos en los cuales le iban a llamar la atención porque, tal vez, a su nuevo jefe no le gustase su forma de redactar o la letra que hubiese usado en el documento.

Era algo a lo que uno debía de acostumbrarse, a no ser perfecto, y por eso mismo me encantaba ser yo mismo quien intentase hacerle ver que cometer errores no era algo necesariamente malo.

Bien, eso y que era mi nuevo pasatiempo favorito planear qué tipo de preguntas hacerle y qué aspecto resaltar mientras me recitaba respuestas casi perfectas, tanto que tenía problemas para ver qué podía remarcarle.

De ahí que la tomase con aspectos como el tono de voz utilizado o lo excesivamente recta que estaba su espalda, denotando la falta de confianza que tenía en sí mismo al dirigirse a mí.

Probablemente ese era el motivo por el cual había decidido que mi estadía temporal en aquel instituto iba a alargarse bastante más, al menos hasta terminar ese primer año completo, sonriendo de nuevo para mí mismo al pensar en todo eso.

Si no me hubiesen recomendado para el puesto jamás hubiese puesto un pie en ese instituto, no cuando no estaba demasiado interesado en enseñar, pero de todas formas tenía que ganarme la vida de alguna forma y no había mentido cuando les había dicho a mis alumnos que lo de llevar bata no era lo mío.

Que sí, que quedaba muy bien cuando uno era doctor pero metido en un laboratorio con las gafas y los guantes siempre puestos, eso si es que no te hacían usar también una especie de gorro de ducha para entrar a las salas especiales hacía que uno perdiese las ganas de vivir.

¿Qué clase de ser humano se miraba al espejo usando ese tipo de prendas?

Nadie, y yo era el primero que las había odiado durante mi época de prácticas, como para querer dedicarme toda mi vida a trabajos de laboratorio.

El tema de ser físico teórico iba más conmigo pero encontraba también tremendamente aburrido ese trabajo.

Estar encerrado en un despacho únicamente pensando, con lo fácil que me resultaba distraerme cuando algo me aburría era algo poco recomendable si quería seguir pagando las facturas así que acepté encantado ese puesto inicialmente.