The M.I.L.F. [Peterick/Frerard/Brallon/Jalex]

30

Como que... cuando es domingo, uno lo siente. Se nota como en el aire, es extraño. No dan nada bueno en la tele, mucha gente está en casa de su abuela, las calles están vacías... es aburrido. Simplemente se nota.

El dolor de cabeza un domingo por la mañana después de haber bebido como si no hubiera un mañana. Pero había un mañana y asumían las consecuencias.

El cuarto de Frank estaba hecho un desastre. Había ropa por todo el suelo, sobres de condones que no habían logrado ponerse, antes de darse cuenta de que no los necesitaban, estaba oscuro y a penas entraba un poco de luz a través de la cortina.

—Frank, puta, qué hora es...

—Ah... qué se yo, mira tu celular.

—No sé dónde está.

Gerard vio que tenía un reloj en la mesa de noche.

—Mierda, son las dos de la tarde, me van a sacar la chucha...

—Bueno, vete a tu casa.

—Eres una mierda.

—Tengo sueño.

Gerard buscó su ropa por el suelo y cuando ya estaba vestido, encontró su celular.

—Está sin batería... Frank. Levántate, debo irme.

—Bueno, vete.

—¿Tendré que salir por la ventana otra vez?

—Sabes, yo creo que sí.

—Bueno... nos vemos mañana.

—Sí, como sea.

—¿No te vas a despedir?

—Shau, que le vaiga bonito. —Frank se tapó hasta la cabeza.

—Eres una mierda.

—Me lo dices mucho.

Gerard agarró sus cosas y salió por la puerta a lo yolo y bajó corriendo lo más rápido que pudo.

—¡No! —le gritó Frank. Se escuchó el grito de su padre y la puerta cerrándose de golpe. Gerard comenzó a correr para que no le hicieran nada, pasando frente a la casa de Patrick.

—Oye, ¿ese no era el chico que vino a cortar el césped? —le preguntó su mamá a Patrick abrochándose el cinturón.

—No sé, no vi. —le dijo él enchufando los audífonos en su teléfono.

—Ah...

—Mamá, no quiero ir...

—No, ninguna posibilidad. No seas maleducado, sabes, Patrick... por primera vez en mucho tiempo, encontré a alguien que no le importa que yo... esté donde estoy. Se me ha hecho todo muy complicado, todo este tiempo... tenemos una oportunidad de al fin tener una vida... estable...

—¿No estamos estables?

—Sí, pero me refiero a que... no lo quiero decir así, pero al fin hay alguien que nos acepta a ambos, ¿sí? Y eso es difícil. Sé que quizá tú y Meagan no se lleven muy bien, pero es cosa de tiempo. Supe que tienen mucho en común. Por favor, Patrick. Haz un esfuerzo y ve a almorzar a su casa, sin cara de culo, con ganas, una sonrisa que no te pagué 3 años de ortodoncia para nada y por favor, intenta llevarte bien con Meagan. Gracias.

Patrick se puso los audífonos y se cruzó de brazos. No quería, no quería llevarse con ella, no quería ir a almorzar a su casa, no quería que el director fuera su "nuevo papi", no quería nada de eso.

Le llegó un WhatsApp.

Pete:

Te misseo u.u