Cielo de algodones

21 de marzo de 2017

Desde que volvió a Buenos Aires, me terminó confesando de a ratos que sufría de una enfermedad que es común en todos... Yo, desde mi, empecé a comportarme de la manera más estúpida, de la cual aborrezco de mí... Se volvió distante, frío, pensaba que era solo por ello pero no... Es por mi, y por mis actitudes.

Mis actitudes inconscientes, totalmente fuera de lugar y de contexto, si pudiera verme de lejos, me pondría a llorar... El no se merece eso.
Cambiar no voy a cambiar. El me quiso siempre por lo que soy, pero cuando el límite llega y ya no puede aguantar eso... Que debo hacer?

Cuando el abuso llega de la manera más infantil y tonta... Que hacer?

Cuando las palabras rasgan mi corazón, lo único que pienso es en como demostrar el amor que siento por el.

Lo veo y me dan ganas de llorar, porque descubrí que no se en que forma le demuestro mi amor y si el quiere eso en su vida...

No voy a mentir, no quiero que se aleje... Si pudiera gritarlo como lo hice en un balcón hoy a la tarde, lo haría de nuevo.

Soy una guerrera y daría todo por verlo bien pero si yo no puedo darle eso... Me doy por vencida y me odio, me odio por haberlo alejado de mi. Porque todo este amor que tengo es tan puro, porque se me para el mundo cuando lo veo, porque cuando cierro los ojos y su piel se conecta con el mío, quisiera que los minutos y segundos no se pasaran nunca...

Admito que lo amo, aunque no puedo decírselo... Quisiera nunca haber hecho lo que hice... El es hermoso, el no se merece eso.