DISCONNECTION (Osomatsu-san)

Agudo sufrimiento

Fue un golpe seco en la cabeza, perdió el conocimiento mientras la sangre se deslizaba por su cara y cuello, manchando su pijama.

Chibita, quien se consideraba su amigo, al ver tan desconsiderada y cruel escena solo se quedó boquiabierto, estático, temblando mientras miraba el cuerpo del azulado.

En un acto de indiferencia total, guardo aquello que había traído, dejó con cuidado el cuerpo de su amigo en el suelo y se retiro sin mirar atrás, ni siquiera preguntándose si estaría bien en cuanto despertase, si es que lo hacia.

En el frío concreto descansaba, hubiese estado perdido si no fuese por una joven pareja que lo vio inerte en el suelo.

—¿Karamatsu-nissan...? — Salió de casa para socorrer a su querido hermano, pero al no encontrarlo, con un ligero dolor en su pecho, se adentró nuevamente a su casa.

(...)

Como si fuese un día normal, los cinco Matsuno bajaron de su habitación para desayunar, hablaban incoherencias y trivialidades, nadie se hacia la gran pregunta que rondaba por sus cabezas "¿Dónde estaba Karamatsu?" Una pregunta bastante hipócrita si alguien con un poco de sentido común, tuviera que decir.

Era bastante extraño, frente a otros solo lo despreciaban e ignoraban, pero cuando se encontraban sólos su preocupación era claramente visible. Aquel cambio tan radical, le hacían preguntarse si estaban bien de la cabeza.

(...)

El atardecer cayó con rapidez, la misión de buscar al "mejor amigo" de su hermano los mantuvo ocupados, los libró un poco de la preocupación y culpa.

Cuando Ichimatsu y aquel gato se reunieron se dio la señal de regresar a casa.

Caminaban tranquilamente, hasta que de reojo pudieron ver a su hermano lesionado, estaba estático, viéndolos a la distancia, esperando a que lo notasen, pero como siempre, aunque estuviesen preocupados y deseando ir en su ayuda, dieron media vuelta y lo ignoraron, engañando a la creciente culpa que los invadía.

Karamatsu, al darse cuenta de que fue nuevamente dejado de lado, y esta vez siendo aun peor, ya que se encontraba herido, dejo caer sus lágrimas con fuerza, en silenció, grito mil veces en su cabeza, queriendo ser escuchado... Pero eso nunca pasaría...

(...)

Llegó la noche y con ello el sueño, aunque nadie estaba dispuesto a dormir aun, ya que su hermano aun no llegaba a casa.

—Oigan chicos ¿Que están esperando? Coloquen el futon — Reclamó con indiferencia el mayor de todos, ocultando perfectamente sus ganas de salir corriendo de aquella habitación.

—Hoy no es mi turno —Aclaró el mas joven, librándose de posibles acusaciones, sin despegar su mirada del celular.

—¿Eh...? — El cuarto de los Matsuno buscaba una excusa convincente —Yo aun no tengo sueño... — Barata pero eficiente, nadie noto lo ansioso que se encontraba.

—¡Muscle Muscle! — Jyushimatsu solo se dedicaba a jugar con su bate de baseball, nadie podía decirle nada, ya que su extravagante forma de ser ocultaba perfectamente sus verdaderas intenciones, salir a buscar a su hermano mayor en cuanto los demás no lo estuvieran viendo.

—Solo espera un... ¡Oye Jyushimatsu, no juegues con eso dentro de la habitación! — Al cambiar de tema se evito mas preguntas.

Todos solo esperaban una cosa, que los demás se durmieran, para ir a ver en solitario la condición de su querido hermano, pero, no fue necesario esperar tanto, ya que el sonido de la puerta de entrada se hizo escuchar.