Virtual Karmaland ♡Karmaland 2da Temporada♡

Capítulo 11 | De Regreso a la Rutina

¡Nuevo cap yey! :D

Willy ya había completado cinco misiones cuando Vegetta había inspeccionado todos los cofres que se le cruzaron por las narices, incluso los que estaban ocultos entre los matorrales. Alex había encontrado la luz, en la cima de las copas había una ciudad de pacíficos hombres tronco, que le ofrecieron un té de menta y pastelillos de abono, paralelamente sTaXx se había peleado y cargado cualquier bicho que osara en desafiarle, su luz verdosa le atrajo ira hasta a la más pacifica criatura, pero regresaban a sus hogares con el rabo entre las piernas, nadie podía vencer a semejante titán luminiscente. Luzu se las ingenió para observar a las criaturas y encontrar senderos pavimentados de roca y libre de matorrales, juntó todas las pistas posibles, los ruidos de sus compañeros en pleno combate, la luz que aprovechaba de su antorcha e incluso la dirección de la brisa para deducir donde estaba la salida.

Todos habían hecho un buen trabajo, el primero en desvelar su posición, obviando el brillante caso de sTaXx, fue Luzu, indicando la salida. Todos se acercaron al punto en concreto y le dieron al TP, regresando de nuevo al centro del poblado. Vegetta les agradeció la ayuda a todos y partió sin perder más tiempo a su zona del mod, seguido de cerca por Willy, que de nuevo le tocó hacer de burro de carga y llevar todas las cosas que su compañero olvidó recibir de los demás.

Los chicos trabajaron arduamente, sobre todo Vegetta, quien necesitaba un increíble nivel de concentración para llevar a cabo el ritual de invocación sin errores. Dicen que los libros son sabios, una personificación muy cierta, puesto que, siguiendo los recuerdos de Vegetta y la información del Necronomicon consiguieron el orbe con una superchetada padre de la leche del cordero, o al menos así la apodó su invocador, curioso cuanto menos. Pero era demasiado tarde y ambos necesitaban dormir, estaban que se dormían ahí parados como flamencos.

Willy optó por quedarse a dormir ahí, tampoco sería tan terrible compartir cama con Vegetta ¿o sí? Bueno, era eso o ir caminando hasta su casa, lo cual no le hacía gracia. Lo bueno era que la cama de Vegetta era grande y cabían ambos sin riesgos a ni siquiera rozarse. Aun así, durmieron lo suficiente cerca del otro como para tocarse si el otro extendía el brazo, pero de espaldas, al fin y al cabo, el orgullo siempre iba primero y ninguno se dejaría descubrir.

El primero en despertar fue Willy, quien creyó estar soñando al percatarse del apacible rostro de su compañero de cama. Sus mejillas se enrojecieron al descubrirse idolatrando los rasgos faciales de su amigo. Los amigos no hacían eso, no debía hacerlo. Decidió no darle más importancia y se levantó cuidadoso para no despertarle y fue hacia el escritorio que había en la habitación, siempre traía el libro del Essential Craft por si tenía tiempo de ocio y así leer.

Nadie se daba cuenta... Los días pasaban demasiado rápido, ya ni sabían cuánto tiempo habían estado allí, tampoco recordaban para qué trabajaban tan duro avanzando en los mods. Habían olvidado lo que era el sabor de un helado, el nombre de sus primos o tíos, inclusive la pasión al jugar videojuegos. Quizá había pasado un año, o quizá no. Sus amigos y familiares en la vida real ya no sabían qué hacer, solo rezar a los dioses por el bienestar de todos los chicos que yacían tumbados en un estado vegetal, respirando a través de máquinas y viviendo en lo que los científicos suponían que era un mundo aparte. Toda España estaba desconcertada por el extraño suceso a estos cinco chicos, querían experimentar con ellos, con los cascos, los cables y enchufes. Pero sus padres, firmes como estatuas no les dejaron acercarse ni cinco metros a sus cuerpos moribundos, ellos darían sus vidas por sus hijos y nadie les haría cambiar de opinión.

Vegetta, como si fuera un niño inocente, se desperezaba en su cama mientras que su amigo le daba los buenos días y le invitaba el desayuno. Debían ir a echarle un vistazo a los altares con piedras fosforitos y cristales flotantes que Willy tenía en la terraza de la torre del mal. Paralelamente, Alex y sTaXx se encargaban de la ración de comida de los cinco, ellos se encargaban de la agricultura y ganadería para luego ir al zoo de Karmaland y alimentar a los animales de allí incluyendo chocobos y murciélagos. Por otro lado, Luzu se encargaba de la investigación de unas y otras cosas, puliendo detalles de sus experimentos con pociones, encantamientos y fusiones. Cuando Alex estaba durmiendo, sTaXx iba a ver a Luzu, le echaba una mano en algunas cosas y se devolvía un par de horas antes de que Alex despertara. Ellos no es que fuesen un matrimonio, sTaXx no le debía explicaciones, pero tampoco sentía correcto echar a Alex cuando quería estar a solas con Luzu. Mierda, siempre se comía la cabeza con esas cosas, siempre que le veía dormir calmadamente sentía remordimientos, le costaba conciliar el sueño, pero luego todos esos sentimientos desaparecían cuando Alex le despertaba para ir a cumplir con las labores habituales.