Dragón o demonio『NatsuxLectora』| EN PAUSA

Capítulo 4: ¿Enemigos?

— ¿Por qué me estás atacando? —preguntó Natsu esquivando los ataques de ____, era lo único que podía hacer, estaba muy agotado por utilizar casi toda su magia con Zeref y aunque estuviese en las mejores condiciones no se atrevería a golpear a su amada, jamás.

____ descargaba toda su ira en cada uno de sus ataques hasta que finalmente Natsu recibió un ataque directo haciendo que saliese sangre de su boca.

— Ahora somos enemigos —en el fondo le dolía pelear con él, pero simplemente no podía volver al gremio y dejar a Zeref solo. Por más que amara al pelirosa.

— No lo entiendo... ¿Por qué estás con el enemigo? Estuve muy preocupado por ti desde que regrese, sin saber donde estabas... me desesperé buscándote.

La ojiazul se quedó callada unos segundos, sin moverse— Yo... no lo sé exactamente.

— Pudiste haberme esperado... estuve pensando en ti todo el tiempo, esperando con ansias volver a verte... —dijo con tristeza— no quiero ni pensar el hecho de que debo pelear contra ti.

— Pelea conmigo, al menos por esta vez.

— ¿Es eso lo que tienes que decir después de tanto tiempo?

—Será la primera y última vez que pueda tener una pelea seria contigo Natsu... una parte de mí quiere volver al gremio, pero otra dice que mi prioridad ahora es Zeref.

— ¿Qué te ha hecho ese maldito para hacer que lo defiendas? —habló Natsu enojado.

— Tú... ¡Realmente eres un egoísta! —la voz de ____ se alzó más de lo normal dejando al pelirosa sorprendido— ¿Cómo puedes decir eso de él? Después de todo es tu hermano.

— ¡Él no es mi hermano! Es solo un maldito mago oscuro que trae desgracia por donde pasa.

— ¡CÁLLATE! —una onda de presión mágica rodeo a la pelinegra haciendo que Natsu temblara— Si él aprecia la vida... todo a su paso morirá, ¿tienes idea el sufrimiento que ha tenido que pasar por eso? La única forma que ha encontrado es odiando a todo ser en esta tierra, guardando rencor en su corazón por cuatrocientos años. ¡No tienes idea de nada de eso! Viviste ignorante de eso, tanto tiempo...

— ¿Tú... lo sabías todo el tiempo?

— Lo supe desde siempre —soltó una risa forzada— es increíble que de verdad ahora lo esté defendiendo cuando por él tuve que matar a Hiro.

Natsu se sorprendió al escuchar eso— ¿Qué quieres decir?

— Yo soy lo mismo que tú, Natsu —el pelirosa la miraba sin entender lo que decía, obviamente no se refería a ser también un Dragón Slayer y haber nacido hace cuatrocientos años al igual que él— Yo también soy un demonio de los libros de Zeref  —ya era demasiado para la cabeza de Natsu, este día se estaba enterando de demasiadas cosas, iba a hablar, pero ____ continuó— Fui un experimento fallido, ya que fui la primera que creó, o eso él piensa... Creyó que no sería capaz de cumplir el cometido de sus libros. Matarlo. Por esa razón mi deber fue cuidarte, pero vivía en constante sufrimiento, cada vez que te pasaba algo Zeref me culpaba a mí y dañaba mi libro por lo que yo terminaba muy lastimaba... entonces hace 10 años descubrí que la única manera de liberarme de su poder, era matando a alguien amado —su mirada se entristeció y el pelirosa supo lo que venía— fue cuando maté a Hiro... y así pude ser dueña de mi propio libro, ya Zeref no podía controlarme, pero mi misión la seguí haciendo aún después de eso.

— Yo... no sé qué decir —eso lo había dejado sin palabras, jamás imaginó que ella tuviese esa conexión con Zeref.

— No tienes que decir nada... solo pelea conmigo ¡Por favor! —hizo una reverencia ante el pelirosa.

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Natsu aceptó la pelea contra ____ a pesar de que le dolía hacerlo, peleó con todo el poder que le quedaba, golpe tras golpe, fuego contra fuego, a pesar de que fuese su amada, estaba disfrutando de pelear con ella, era un adversario fuerte. Natsu estuvo en desventaja, ya que ____ recuperaba su energía comiendo el fuego de él.

El sol ya se ocultaba en el horizonte y ambos estaban agotados... sus cuerpos sudorosos y jadeando pero con una sonrisa en sus rostros.

— Ya no puedo más... —habló Natsu y cayó en la arena rendido. ____ solo lo miró con una dulce sonrisa.

— Gracias, Natsu.

El pelirosa sintió unas tremendas ganas de correr hacia ella y abrazarla, besarla, decirle cuanto la había extrañado. Pero cuando dirigió su mirada a ella, no estaba, buscó a su alrededor en vano, ____ había desaparecido. ¿Las cosas realmente habían terminado entre ellos? Lleno de ira y tristeza golpeó el suelo con sus puños tan fuerte que sus nudillos sangraron. Las lágrimas amenazando con salir.

No recordaba ya cuanto tiempo duró así, esperando que tal vez ____ regresara. Finalmente, volvió a la ciudad resignado, aun guardando la esperanza de volverla a ver allí.

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La fría noche ya había llegado a Magnolia. Fairy Tail y sus aliados lograron derrotar todo el ejército de Alvarez, solo quedaba su líder y su hijo. Fairy Tail y Zeref se encontraban frente a frente. Era la batalla decisiva.

____ se encontraba en lo alto de una torre viendo toda la escena, miraba con tristeza a Zeref y Natsu. Luego miró a su alrededor y toda la ciudad estaba destruida, cadáveres y heridos por todas partes. Definitivamente, estaba decidida acabar con la maldición del mago oscuro de una vez por todas, para que cosas como estas no volvieran a suceder y para que Zeref finalmente, aunque no muriera, tuviese la vida tranquila que siempre quiso. Sin preocuparse de que pudiera acabar con la vida de alguien a su alrededor.

Activó su maldición, la que por cuatrocientos años no utilizó. Sabiendo que eso traería una consecuencia... Borrar todos los recuerdos que alguna vez todos sus amigos tuvieron con ella...