Untitled

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Hoseok

La gira por América había acabado hace un par de días, días en los que habíamos logrado descansar y ponernos un poco al día con los amigos; contar las historias vividas en Latinoamérica, y enterarnos de todos los rumores y pleitos que se habían ocasionado gracias a nuestras desfavorables publicaciones en twitter, la verdad, nunca creímos que algo así pasaría, todo tenía una explicación, pero ahora, no será cuando aclare eso, el punto es que, nosotros, amamos a nuestras fans, cada experiencia fue única, cada concierto, un nuevo día lleno de energía y sobre todo amor, por todas nuestras ARMYs.

Me estiré sobre aquel cómodo sillón de la estancia y acabé poniéndome de pie. Había pasado más de una hora en la misma posición sosteniendo el móvil y revisando, con ayuda del traductor, algunas notificaciones que tenía desde hace días. No dejaba de fascinarme lo apasionadas que habían sido las fans de América del Sur, y mientras leía y re-leía algunas cosas, había algo, o alguien, que aún rondaba en mi cabeza. Varias de nuestras fans eran sumamente atractivas, pero había una que de verdad había llamado mi atención, y ahora era el momento en que a penas me había dado cuenta.

Avisé al manager que me iría al hotel, si, necesitaba algo de paz y soledad, un pequeño retiro en uno de los hoteles de Seúl me ayudaba bastante a calmar todas las emociones que aquella gira significaba, un pequeño break antes de continuar por Asia. Tomé mis cosas y me despedí de mis compañeros, esos chicos con los que ya llevaba años caminando juntos por aquel sendero, hacia el mismo objetivo, con la misma pasión, la música y el baile.

Iba con la capucha cubriendo mi cabeza, cubre-bocas y las gafas bien puestas, de seguro no me reconocerían, o al menos no demasiadas fans, ese había sido el trato con la compañía, podía tener mi mundo a parte siempre y cuando no fuese reconocido por alguna K-Army. Me bajó del auto y rápidamente entré a paso seguro al lobby del hotel, no habían más que un par de personas registrándose, pero una en particular llamó mi atención, ese cabello color fuego, largo hasta la cintura y con las puntas decoloradas formando la impresión de las llamas en él, ese detalle había provocado que mi estómago se apretara como avisando de algo, y yo aún no lo podía descifrar.

Ella estaba justo antes de mi en la recepción, algo de una reserva hecha hace un par de meses, la urgencia de tener sus llaves, y un extraño acento mezclado con el inglés y el hangul que intentaba, con bastante precisión, ejecutar. Sin quererlo me hallaba escuchándola con la mirada fija en sus facciones. Había algo en aquella chica de piel blanca pero para nada pálida, esos ojos grandes típicos del occidente, y sus labios rojos, que hacían que algo se removiera en mi, algo como un recuerdo.

Entonces la voz de la recepcionista me distrajo.

- Joven, por favor, necesito sus datos para poder ingresarlo al sistema.- ¿Eso era cierto? Ella no sabía quién era yo, y eso estaba perfecto, entonces tomé mis documentos y se los ofrecí mientras quitaba con mi mano libre el cubre boca haciendo una mueca de disculpa en mi rostro, suplicando que fuese profesional y no saltara como quinceañera al notar quien era en realidad. Sus ojos brillaron al verme plasmado en la fotografía, pero entonces vi cierta duda y me quité las gafas, ella sonrió e hizo además de una pequeña venia a modo de saludo. Volví a ponerme las gafas, y afirmé mi maleta a mi costado.

La muchacha a mi lado recibía al mismo tiempo que yo la tarjeta para ir a su habitación. Agradecí a la recepcionista y tomé mis pertenencias antes de avanzar a los elevadores. La muchacha pelifuego estaba justo a mi lado, llevaba sus audífonos puestos, a un volumen poco saludable, pero ahí fue cuando me asusté, podía escuchar la inconfundible melodía de MAMA saliendo de los auriculares mientras ella marcaba el ritmo con su pie y sonreía realmente lindo. Mis ojos se abrieron como platos cuando me percaté que aquella chica era, de seguro, una fan de BTS, mierda, mierda, mierda, ¿qué hago? No podía dejar que me reconociera, ¿y si era un sassaeng de otro país? ¿y si montaba un espectáculo, o peor, llamaba a otras fans para que llegaran ahí? Adiós paz y tranquilidad para mi.

Nice to meet you... again [J-Hope +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora