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Capítulo 10: Es Kira.

Todo un día cabalgando, sin parar ni un solo segundo. Me encuentro bastante hambrienta pero no puedo parar ahora, estoy a mitad de camino de Mirkwood y me huelo a que Lord Thranduil va a volverse loco cuando me vea llegar sin Legolas, hará miles de preguntas y me retrasaré aún más. Tengo que llegar mañana a más tardar a Mirkwood sea como sea, no tenemos mucho tiempo.

No sé si tendremos un gran ejército ya que... conociendo a Thranduil... no va a querer perder a muchos hombres y menos en algo en lo que ahora mismo no va a afectar a su reino. Pero su hijo es quién está luchando y quien en un futuro heredará la corona, espero que, si de verdad ama a su hijo, nos mande refuerzos.

Me paro para comer entre unas pequeñas cuevas, voy a darle un bocado a un pan de lembas cuando noto unas presencias.

-¿Quién me mandaría a mí a meterme en este lugar de mierda? no hay nada aquí.-oigo una voz bastante grave y por ese olor son orcos.

Meto lo más rápido que puedo a Nox en la cueva, lo tengo tan bien enseñado que con solo una mirada entiende que no debe hacer ruido, que podríamos estar en peligro. Mis músculos se tensan y en la oscuridad logro distinguir dos figuras. Podría haber sido un buen momento para darle uso al momento en el que aprendí a manejar el arco, pero el experto en eso es Legolas y me manejo mejor con la espada. Atacarles a corta distancia sería un jodido suicidio.

-Son órdenes del amo. Tenemos que encontrar a esa niña piojosa y a su maestra. Son imprescindibles para el ritual-espero a que sigan hablando, necesito saber más de esto. Son solo dos orcos, pero no quiero arriesgarme si son como los que nos atacaron a Danian y a mí.

-Sigo sin saber qué conseguirá con ese ritual.

-Si mata a la niña el poder volverá a él, con lo cual aumentará y si mata a la maestra... será cuatro veces más poderoso. Esa maestra que tiene es hija de Gandalf el gris.

Entonces decido actuar. Mi rabia es tanta que incluso provoco una tormenta, nunca los elementos han actuado cuando estoy furiosa, esto es bastante raro.

Agarro con fuerza la empuñadura de mi espada. Salgo de la cueva decidida, elevo a uno por los aires y le parto el cuello. Como los viejos tiempos.

Tengo al otro orco tan cerca de mí que pienso que voy a perder el equilibrio. Suerte que soy más ligera y me muevo con más facilidad. Trata de matarme, con lo cual no sabe quién soy. Me da un par de estocadas en el brazo derecho, intentando que suelte mi espada, pero no lo haré. Le entierro la espada en una pierna, haciendo que gima del dolor. Entonces es cuando le paralizo. Comienzo a jadear, necesito regenerar estas heridas cuanto antes, no sin antes acabar con todo esto.

-¿Quién os manda a capturarnos a mi aprendiz y a mí?-digo rudamente.

-Eso es algo que ya sabes, Kira- dice con una mirada desagradable.

-Dímelo y te ahorraré el sufrimiento, así morirás más rápido.

-Nuestro amo espera que su hija muera para que él pueda hacer resurgir a Sauron de la muerte.

-¿Su hija? es imposible, sus padres están muertos.

-Los padres que la acogieron cuando ella era un bebé, esos están muertos y junto a ellos y madre biológica.

-Sois unos monstruos.- digo con asco- moriréis todos al igual que hizo Sauron.

Y con eso acabo con su vida. Silbo para que Nox venga hacia mí. Es hora de buscar los refuerzos de Mirkwood.

***

Consigo llegar a Mirwood aún perdiendo algo de sangre. He conseguido regenerar la mayor parte de la herida. Uno de los soldados me ve y todo se vuelve negro.

Despierto en mi habitación, con el padre de Legolas sentado a mi lado, ¿cuánto he estado aquí?

-Kira ¿qué ha pasado? ¿dónde están los demás? ¿mi hijo está vivo?

-Thranduil... yo... es largo de explicar-trato de acomodarme aún con algo de dolor- los demás van de camino a Gondor por Fangorn y sí, Legolas está vivo.-suspiro, miro mis manos-¿Cuánto llevo aquí?

Suspira aliviado. Pone su mano sobre mi hombro y me da una mirada fría.

-Cuéntame qué ha pasado Kira.-elevo mi mirada hacia él- Llevas casi un día entero sin moverte de esta cama.

-Las tropas de Mordor cada vez son más grandes, necesitamos refuerzos, no nos vale solo con las tropas de Rohan y Gondor. Necesito a vuestros hombres... Sé que no queréis arriesgar las vidas de vuestros soldados mi señor, pero lo necesito. También debo ir a por Lord Elrond, no tengo mucho tiempo...

-Os daré toda mi tropa, si así lo desea la futura reina de Mirkwood. No te preocupes por Lord Elrond, él mismo está aquí, le convenceré para que preste su ayuda.

-¿QUÉ? Oh Thranduil, me acabáis de dar la mejor noticia de mi vida, necesito partir ya.

-Aún estáis débil- le hago caso omiso.

-Soy un hueso duro de roer.

-Nuestras tropas estarán en tres días en Gondor.- asiento ante sus palabras.

Me preparo para salir hacia Fangorn, espero no volver a encontrarme con más orcos por aquí, no quiero volver a esos asquerosos sirvientes del padre de Klaery durante unos días.

[Narra Legolas (durante la noche en la que Kira es atacada)]:

Monto la primera guardia con Aragorn, es una noche tranquila aunque la tensión puede con todos nosotros. Eora habló con Klaery de lo que nos contó a Kira y a mí, supe desde el primer momento que iba tener miedo de todo esto y más si no tiene a Kira a su lado.

-Legolas, mira- me fijo hacia el norte, unas nubes negras se aproximan hacia nosotros- se acerca una tormenta. Debemos cubrirnos.

Suerte que tenemos las capas para esto, tapo con la mía a Klaery, para que no enferme.

-Serás un gran padre Legolas.

-¿A qué viene eso ahora?- pregunto con seriedad.

-A que después de siete años tienes más ganas de que Kira te de un hijo.

-Quizás a ambos se nos ha despertado el instinto paternal al cuidar de ella- me encojo de hombros- pero eso es irrelevante ahora.

Entonces la lluvia comienza a descargar. Es muy fuerte, un escalofrío recorre todo mi cuerpo.

-Es una tormenta bastante dura, con suerte esto retrasará a los orcos, aunque a nosotros también.

-No es una tormenta cualquiera y Legolas lo sabe bien-oigo la voz de Gandalf.

-¿Qué quiere decir?- dice Aragorn.

-Que no es una tormenta natural, es Kira, ella la ha provocado.

¿A qué se debe? no lo sé, pero la conozco bien y sé que algo está pasando, algo muy malo porque para provocar algo tan fuerte como los elementos... tiene que estar muy jodida.

Está bien, sé que lo está porque la siento viva, pero... debía haber ido con ella.







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