El joven Dios Ra lleva a la joven a su templo, ella mira todo a su alrededor con una sonrisa cálida el la mira y le sonríe dulcemente se acerca a ella y tomándola de la mano le dice:
Ra: Mar mi dulce princesa, mi Diosa quisieras ser mi novia?
La joven doncella lo mira sorprendida y algo sonrojada si poder decir ninguna palabra
Ra: te eh dejado sin palabra mi reina
Mar lo mira muy sonrojada pues aquel Dios era muy bello y ella estaba enamorada pero sabía que su padre no la iba a dejar que tenga novio.