Ángel y Demonio

Barcos de Papel

Narra Ángel

Me desperté con el ruido de los papeles. Bostezé y miré hacia el lado, para encontrarme al demonio rompiendo el libro.

-Hola.
-El demonio se asustó y me miró- No te escuché despertar.
-Me levanté y me senté al lado de él- ¿Qué haces?
-Origami -dijo, y reveló un montón de barcos de papel-
-Estás rompiendo el libro.
-No es como si lo fuéramos a leer, así que...
-Estaba pensando que lo podríamos descifrar.
-¿Descifrar? -dejó de hacer barcos por un momento y me miró- ¡Eso tardaría años!
-Incluso si fuera así, no sabemos cuánto tiempo estaremos aquí. Mientras antes empecemos, mejor.

El demonio me miró algo asustado.

-¿Qué pasa si... nunca salimos de aquí?

En ese momento se escuchó como los arbustos se movían.

-¡¿Quién anda ahí?! -dije con temor-

En ese momento salió un monstruo rojo y comenzó a perseguir al demonio.

-¡SOCORRO!
-¿Qué es... esa cosa?
-¡NO SÉ, HAZ ALGO!
-¡Yo no puedo hacer nada, sólo tengo magia curativa! -dije mientras volaba hacia la copa de un árbol-
-¡¿QUÉ?!
-¡Intenta dispararle!
-¡NO TENGO IDEA DE CÓMO SE HACE ESO! -En ese momento tomé de los brazos al demonio y lo traje al árbol donde estaba-

2 horas después

Desperté y vi que el monstruo ya se había ido, así que también desperté al demonio y lo bajé de la copa del árbol.

-Oye... Tú dijiste algo sobre que podía usar magia...
-Ehm... Sí. Se supone que los demonios pueden hacer magia negra y usarla contra lo que gusten.
-Huh -dijo mirándose las manos-

Extraño.