Bölüm 4 [Part 2]: En Casa.

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× Sonic ×

La desató de la silla. Y ella se puso de pie. No observaba directamente sus ojos, en cambio. Caminó un paso a la derecha y rebuscó un paño rojo con el cual vendar sus ojos.

—Te cubriré los ojos y te volveré a dejar en el mismo lugar. Pero no quiero que veas el trayecto.

Amy asintió. Y él estiró el paño frente a sus ojos y los vendó. Hizo un nudo por detrás y se la cargó en el hombro como si de un costal de patatas se tratase. Amy soltó un gemido tras sentir su estómago contra el hombro del erizo.
Enseguida dió media vuelta y sus manos se colocaron detrás de sus rodillas para sujetarla.

Salió de la casa entonces con ella.
Ni se despidió de sus compañeros.

(...)

—¿E-esto es necesario? —preguntó tras sentir que ya estaba sentada en el asiento del auto.

—Sí. Y te agradecería que te cayes o me harás cambiar de opinión.

Asintió. Y no volvió a abrir la boca. Sonic enciende el auto.

Por mucho que deseara ver el trayecto; sabía que las consecuencias por tan solo observar podrían ser muy malas.

Él observa que está callada y sumisa.
Rebuscó en el carro su teléfono de ella. Ni siquiera Amy es consciente de lo que va a hacer.

Pues toma de su bolsillo un micro-chip. Una particula de rastreo apenas visible. Inserta el aparato en la parte del audicular y este se pega dentro del teléfono, como un imán.

Lo vuelve a meter en la mochila y entonces empieza a andar el auto.

(....)

Sintió como el auto iba a frenando poco a poco. Estuchó el sonido de la palanca del automóvil para detenerse.

Tan pronto solo escuchaba sonidos dentro del auto y el motor apagándose.

Las manos de Sonic se colocaron sobre la venda y quitó la tela de sus ojos.

Finalmente vió.

—Listo —comentó y con su mano izquierda presionó el botón del seguro— Eres libre.

Por un momento diría «Gracias» pero de sus labios nunca salieron.
¿Así tan fácil es libre?

No tenía un arma o algo peligroso a la mano. Y...parecía un mínimo “regalo” el hecho de traerla nuevamente al lugar donde la habían secuestrado.

Amy abrió la puerta del carro, pero antes de bajar la pierna derecha. Siente como la mano de él. Se posa sobre su antebrazo.

—No quiero que menciones mi nombre, ni que divulges a nadie todo lo que viste. O entonces definitivamente no te daré otra oportunidad.

Sonó tan desafiante y malo.
Ahora sí que su miedo a él permaneció.

Ella asintió varias veces con la cabeza.
Entonces él retira la mano del brazo de ella.

Y Amy sale corriendo del auto.

La observa frente a él irse.
Era como si al gato se le hubiera escapado su roedor.

Se retira en su automóvil una vez que ella desaparece de su vista. Después de todo; no sería la última vez que la vería.

¿Qué Culpa Tiene Amy? ଽ Sonamy © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora