•A las 5 de la tarde.•

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Domingo 5 de noviembre del 2009.


Harry, un joven y exitoso escultor, pensaba triste en su cabeza:

"Cariño, mi pequeño Louis, no se qué es lo que sucede. Hace días que te veo decaído, triste. Odio tanto verte así.

Quisiera saber qué es lo que pasa por tu mente, qué es lo que te tiene así.

Te he preguntado mil veces qué es lo que pasa, qué va mal, recibiendo siempre por respuesta un: "Sólo es un mal día. No es nada."

Pero cuando dices eso, puedo ver en tu mirada que me estás mintiendo.

Últimamente lo único que quieres es que la pasemos solos en casa, viendo TV.

Por la noches, nada cambia. He intentado borrar de tu mente y de tu cuerpo, todo rastro de aquel pasado maldito que te causó tanto dolor. Cuando hacemos el amor es cuando te veo feliz, relajado, finalmente tranquilo. Después de que lo hacemos, tenemos una dosis extra de besos. ¡Oh, Dios! Como amo esos momentos contigo.

Lou, hoy despertaste en la madrugada nuevamente llorando desconsoladamente. Sabía que lo que menos querías en esos momentos eran preguntas, así que me limité a abrazarte, poniéndote en mi regazo... besándote la nuca, en un intento por que te calmaras.

Al final te quedaste dormido.

Horas después me levanté a prepararte el desayuno, ya que, pensé, quizás eso ayudaría un poco a subir tu ánimo.

Escuché tus pequeños pasos bajar las escaleras...Me abrazaste por la espalda, tus brazos rodeándo mi cuerpo, que ya es tuyo, como mi alma.

-Harry, lamento tanto haberte despertado en medio de la madrugada.- Dijiste enterrando tu cara en mi espalda. -Tuve una horrible pesadilla.

-¿Qué soñaste?- Dije, mientras me volteaba quedando frente a ti, mis manos descansando en tus caderas.

Tu mirada se ensombreció y rápidamente evadiste la respuesta con un: -No, no lo recuerdo...- y agregaste tratando de sonreír: -Todavía te levantas temprano a preparar el desayuno! No merezco esto Harry, no te merezco a ti.

-Bebé, ya hemos hablado de esto. No vayas por ahí.- Odiaba que hablaras mal de ti mismo.

-Es la verdad. Tú haces todo por mi, y yo lo único que te ocasiono son problemas.-Dijiste alejándote. - Lo único que lograré hacer es lastimarte, es lo que es.

-Lou, tú nunca me has ocasionado problemas, sólo una vida feliz. No puedo creer que después de todo lo que hemos pasado pienses que puedes lastimarme.

-Claro que puedo hacerlo, al final del día lo haré, te lastimaré involuntariamente. Siempre lo he hecho con las personas que más me han importado.- Dijiste con ojos húmedos. Esos ojos que son todo para mi... Que son mi vida.

-Deja de pensar en eso, el pasado es el pasado.- Dije para alejarte de tus fantasmas.

-Para ti es fácil, nunca has sufrido ni hecho sufrir.- Comentaste secándote una lágrima que sin permiso corría por tu mejilla.

-¿Que nunca he sufrido? ¡Claro que sufro! Porque cada día que pasa te veo peor, Lou.- Dije, intentando no elevar la voz. -Me duele que ni siquiera tengas la confianza para decirme qué es lo que soñaste anoche.¿Acaso no eres feliz conmigo?

-Sabes que nunca podré ser totalmente feliz, Harry, lo sabes bien.

-Vamos, Louis. Por un momento deja de pensar en todo lo que te ha pasado. Deja eso de lado. Haz un esfuerzo para que tu tortura interior se termine y podamos disfrutar de nuestro presente, ¡de nuestro amor!

A las 5 de la tarde. •Larry Stylinson OS•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora