Algo que detestaba demasiado era que una mujer se ponga en contra de otra. Que la humille y que haga que todos los hombres la miren como si fuera una prostituta, pues eso es lo que Meredith Waters ha hecho desde que llegue a Nueva Orleans. Primero con lo de Ian, después con obsesionarme con mi peso, después hacerme el hazmerreír de la escuela, ahora ha publicado una fotografía mía con Dylan. Ha cruzado la delgada línea que tenia de paciencia hacia ella.
Lunes por la mañana, salí de casa quince minutos antes de lo normal, quizá conducir molesta era una pésima idea, sin embargo decidí hacerlo; sabía que Meredith ya estaba en el instituto ya que tenía practica desde muy temprano, así que aprovecharía eso para enfrentarla de una buena vez. Deje que me pisoteara anteriormente, pero cuando comienza a meterse dentro de mis relaciones, es el momento adecuado para actuar.
Estacioné mi auto en el lugar de siempre, cogí mi mochila y mi celular y salí corriendo del auto, no corriendo porque llegare tarde a clases, sino porque quería enfrentarla de una buena vez. Sentía la adrenalina correr por mis venas, quería venganza, maldición, quería hacerlo. Cuando caminé por los pasillos, me gané algunas miradas de los alumnos, algunos me miraban con una sonrisa en el rostro u otros murmuraban, fue la primera vez que no me preocupe por las demás personas, en mi cabeza solo estaba Meredith.
Cuando llegue al campo, la vi sentada junto con las demás animadoras, todas estaban con sus celulares, excepto Maggie, la cual estaba entrenando. Corrí en dirección a Meredith, había estado repasando las palabras exactas que tendría que decirle al verla, ¿me arrepentiré después? Quizá lo haga, pero ahora mismo no, no me sentiré mal por haber hecho lo correcto. Pensé en denunciarla o en acusarla, pero prefería hacerlo personalmente a utilizar otros medios.
Mientras más me acercaba hacia su dirección, mas enloquecían los latidos de mi corazón. Cuando llegue hasta donde estaba, le tomo un momento en darse cuenta que yo estaba justo enfrente suyo. Bajo el celular y sus ojos azules miraron los míos. Alzó una ceja y cuando estaba por hablar, le puse mi celular en su cara.
—¿Por qué publicaste esta foto?
Y eso hizo llamar la atención de las demás animadoras. Un silencio incomodo se instaló, pero no preste atención a la tensión que había alrededor mío. Ella se revolvió en su asiento y sonrió con ironía.
—Disculpa, ¿estas intentando hablar conmigo? —sus amigas se rieron.
Le acerqué más el celular.
—¿Por qué publicaste esta foto? —vuelvo a preguntarle, solo que esta vez, elevo un poco la voz.
—¿Por qué no? Deberías tener cuidado, Charlotte. Las demostraciones amorosas no deberían darse en la calle y menos en el estacionamiento de la escuela.
La foto era del día cuando Dylan había pasado por mí ya que tenía planeado comprarme el auto. Nos habíamos besado en el estacionamiento y fue el momento exacto en donde nos tomaron la fotografía. Gracias a Dios, Dylan sale de espaldas y no se ve su rostro, pero yo si me veo.
—Tu no tenías derecho a estar publicando esto, Meredith. Es asqueroso lo que haces.
Ella se puso de pie y me encaró. Éramos de la altura, solo que yo le ganaba con unos centímetros más. Ella entornó sus ojos y se inclinó.
—Es más asqueroso que te metas con un mayor, ¿quién es por cierto? —miró a sus amigas y ellas se rieron—. Dinos, Charlotte, ¿quién es?
Apreté los puños. Estaba a nada de lanzarme encima de ella.
—Borra la foto —le exigí—. Quiero que lo hagas ahora mismo.
Frunció las cejas.
—¿Por qué debería hacer eso? Tiene muchos likes y todo el mundo comenta quien podría ser.
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El Libro Negro De Charlotte| EDITANDO.
RomanceCharlotte Montgomery sufrió muchas cosas cuando era solo una niña, desde el divorcio de sus padres hasta la muerte de uno de ellos. Luego de siete años, su madre decide seguir con su vida, tomando una decisión para ambas. Angela Montgomery se compro...