Ron y Kenny: Una historia de amor moderno. / En edición -cancelada- /

Compromisos imprudentes.

Se recomienda escuchar "Allí donde solíamos gritar" de Love Of Lesbian mientras se lee.

(P.O.V. Kenny)

Salí del departamento, y el hecho de que Ron no estaba en ningún lado me destrozaba la vida, tal vez sí lo quiero, no lo sé, y al pensar esto no puedo evitar sonrojarme.

Caminé, sinceramente no quería llegar con los demás y afrontar la cruda realidad, ¿les debería decir?, que tal vez por mi culpa Ron se fue, para tal vez nunca volver.

Pasé por el bar de donde lo vi salir, me asomé, pero no estaban ni él, ni la mujer con quién se fue... ¿me habrá dejado por ella?, ¿ME DEJÓ?

Llegué a su departamento y todos estaban ahí, y al entrar no paraban de mirarme, sentía que me juzgaban, y que de alguna manera... lo sabían todo. Me senté en una silla que estaba en una esquina y dije: "Bueno, ¿qué hacemos?", y eso rompió un poco el hielo y comenzamos a dar propuestas, Brigitte dijo: "Creo que debemos llamar a la policía, él nunca se va así, sin decir nada.", a lo que Renata respondió: "Creo que eso es un poco precipitado en este momento, sería mejor que llamáramos a todos los contactos que tiene en el celular.", "¡¿Dejó su celular?!", exclamé, era una noticia que me preocupaba un poco, Ron nunca abandona su celular, "Sí, lo dejó sobre su cama.", me respondió, pero decidimos hacer todo por nuestra cuenta.

Esa tarde buscamos hasta por debajo de la tierra para intentar encontrarlo... Putas ganas de abrazarlo y disculparme por lo que hice...

Nos separamos y buscamos en lugares a los que él suele ir, yo fui a buscarlo a un parque al que le gusta ir cuando se siente triste, pero no tuve suerte, el parque estaba cerrado. Caminé un rato y recordé el bar... de donde lo vi salir... Apresuré mi paso hasta llegar, pero ya estaban cerrando, ¿por qué si son sólo las 5?, me acerqué a la mujer que bajaba la cortina de metal, no era la que vi con Ron, y le pregunté el por qué de que cerraran tan temprano, pero muy despreocupadamente me dijo que a esa hora cierran los domingos, y al ver su neutralidad, le pregunté si había visto a Ron o a la mujer con quien lo vi, le di descripciones de ambos, me respondió: "No sé de qué chico me hablas, nunca lo he visto, pero la mujer que describes trabaja aquí, pero hoy descansó, por eso no está aquí.", le pedí de favor que me dijera su dirección y su nombre, pero la mujer, de nombre Daniela, me dijo que no me podía dar esa información, ya que era personal y privada.

Caminamos un buen rato, yo le rogaba por la información y ella se negaba, y de vez en cuando soltaba comentarios que me parecían al azar y de poca importancia, como: "¿ya has visto que hermosa es la tarde de hoy?", o "¿sabes cuánto puede vivir un ajolote?", yo intentaba dar respuesta cortas para no desviarme del tema y que me diera la dirección.

Llegamos a un sitio de taxis, que quedaba lejos del bar, no sabía para qué, si hay uno cruzando la calle, y ella dijo "Bueno, yo me quedo aquí, debo tomar un auto para ir a mi casa, pero muchas gracias por la compañía, hace mucho que no platico tanto con alguien.", ese comentario me hizo sentir mal, la ignoré todo el camino y sólo me concentré en mi. Me dio la mano y me dijo: "Se llama Karla, es una muy buena persona, muy solitaria, por eso ella y yo nos llevamos tan bien, pero lamentablemente no te puedo dar su dirección, pero al llegar a mi departamento le preguntaré si puedo darte su información... ¿cómo te llamas?", "Kenny", respondí nerviosamente, "Muy bien, Kenny, yo le aviso, date una vuelta mañana en la noche por el bar, me toca el turno de cierre, pero no te podré hacer caso mientras atiendo el lugar. Te daré la información, si ella te la concede.", le di las gracias y le expresé cuán agradecido estaba, ella sólo sonrió, se despidió y se fue.

Tomé un taxi de vuelta al departamento de Ron, y de camino le hablé a los chicos para decirles que creía saber dónde estaba él. Al llegar, decidimos, (decidí), que yo me quedaría en el departamento, a cuidarlo.

Me quedé hasta las 2 de la mañana escuchando música, luego decidí ir a dormir... me recosté en la cama de Ronald, abracé a su almohada y me llegó un sentimiento de culpa enorme... yo causé esto. Abracé la almohada y respiré su olor hasta quedar dormido.

Ese día no sucedió nada interesante, casi no comí, estaba muy nervioso, ya quería que fuera de noche para ir al bar y ver a Daniela. Los chicos fueron a verme en la tarde, hablamos un rato y quedamos en que ellos irían conmigo, decían que era por seguridad, pero no lo creo así...

Fuimos al bar, y ahí estaba ella, ya estaba limpiando para cerrar, y al vernos no puedo evitar sonreír y preguntar: "¿tanto le quieren?", seguido de una risa, todos reímos. Ella terminó, se nos acercó y dijo: "Karla me dijo que sí puedes ir, y que de hecho tu amigo sí está con ella, PERO con una condición, yo te-bueno, LOS llevo, y me tienes que agradecer porque estoy cerrando temprano por ti.", eso me puso muy feliz y nervioso, comencé a sudar y eufóricamente le dije "¡Sí, vamos!", así que cerramos el lugar y fuimos, de nuevo tomamos taxis, ahora del sitio de enfrente, ya era tarde.

Llegamos al edificio donde vivía Karla, subimos a su piso, Daniela abrió la puerta del departamento y dijo: "Amor, ya están aquí los amigos del chico.", lo cuál me confundió, ¿Daniela y Karla son novias?, ¿qué no Ronald y Karla habían salido?, no entendía en ese momento, pero no me importó, la vi a ella y a Ronald salir de la cocina, él estaba en pajama y se veía hermoso... antes de que pudiera decir cualquier cosa, y antes de arrepentirme por el hecho de que todos estaban ahí, me lancé hacia él y lo besé, muy fuertemente y con todas las ganas del mundo.