(Narra Vanesa)
Estaba en una habitación vacía, cuando mi tía me llama, bajo y veo a dos chicos. El primero era un chico de unos 18 años, alto, pelo oscuro y rizado pero con tupé, ojos claros... cuando nos presentaron no llegué a escuchar su nombre, le di dos besos, él en cambio, me llenó la cara de besos y mordió mi oreja derecha haciéndome erizar la piel. Me quedé parada pensando lo que acababa de ocurrir. Pasado un rato me encuentro en la calle y entro a una tienda, camino dirección al ascensor pero siento a alguien detrás de mí. No sé de quién se trata pero me pega a él tanto que puedo sentir todo su cuerpo y empieza a moverse de tal manera que provoca en mí una gran satisfacción y... me desperté, solo era un precioso sueño, miro el despertador y son las seis de la mañana. Me intento dar la vuelta y volver a dormir pero mi bella madre (nótese el sarcasmo) me avisa de que es hora de levantarse para prepararse e ir al instituto, cosa que no me hace gracia. Me levanto, cojo una toalla y me meto en la ducha, dejando caer sobre mi cuerpo desnudo el agua tibia. Cundo termino de ducharme, me visto con una camisa por el ombligo y unos pantalones negros rotos y mis vans negras. Bajo y desayuno una manzana, salgo con mi mochila y voy a parar al propio infierno.
Por cierto, me llamo Vanesa y soy la chica más popular del instituto, tengo muchos amigos y soy rica.
