El secreto de mi vida.

5.

Nos sentamos en el pasto.

—¿Qué tipo de música te gusta, William?
—¡Oh! Dime Will, ahora que eres parte de la banda debes llamarme así. -le esbocé una sonrisa- En cuanto a tu pregunta, bueno, me gusta mucho el Rock Punk, algo de Hardcore, un poco de Rock, música Indie y Pop por mi novia.
—Suena genial, nunca he escuchado el Rock, ni el Hardcore. Normalmente siempre escucho K-pop y música de los 80's.
—¿Escuchas bandas de los 80's? -me sorprendí porque ya nadie escucha música buena.
—¡Ah! Si, ¿tú también? Me gusta mucho toda esa música de esa época, aunque he estado viciado con la banda de The Beatles, aunque sé que ellos no son de los 80's pero he estado muy alocado con su música y por la banda The Cure.

¿Dijo The Cure?

—¿Te gusta The cure?
—Si, quizás no del todo, pero si un poco.
—A mi me encanta The cure, es una de mis Bandas favoritas.
—No había conocido a alguien tan asombroso como tú.
—Realmente no soy asombroso. Sin embargo, te parece si escuchamos un poco de música, hasta que sea la hora del descanso. Porque tenemos que ir a ver a la banda en la cafetería.
—Claro, me parece bien.

Entonces, saque de mi bolsillo mi celular, puse en mi música The Cure y seleccione aleatorio y entonces salió esta canción:

Y luego:

Parecíamos locos cantando, y a decir verdad, era la primera vez que me sentía tan bien con alguien. Sé que mis amigos son geniales y todo eso, no obstante, cuando nos conocemos tanto, se pierde la sensación como la que estoy experimentando con Antony.

—Will, me gustaría escuchar algo más tuyo. Me refiero a que quiero escuchar un poco de tu música. Una vez me dijo mi madre que el alma de las personas se ve reflejada en su música. Así que me gustaría ver tu alma. -él sonrió.
—Eso sonó bastante filosófico, pero si tú quieres, tus órdenes serán concedidas.

Busque mi lista de Música favorita y aleatoriamente salió:

Revise la hora y ya llevaba 5 minutos el descanso.

—Antony, luego tendremos más tiempo para escuchar la canción completa, tenemos que ir a la cafetería.

Nos levantamos. Guarde mi teléfono en el bolsillo y corrimos tan rápido como pudimos. Ahí estaban todo ellos.

—Chicos, les presento a Antony. Estará con nosotros por el resto de la preparatoria y de nuestras vidas.
—Debemos darle la bienvenida ¿o no chicos? -dijo Tony.
—Creo, que es lo correcto. Así que, Antony, pon tu mano derecha en el corazón y levanta la mano izquierda y haremos nosotros una lectura rápida donde deberás jurar, ¿estás de acuerdo? -dijo Simon.
—Está bien. -dijo Antony sonriendo.
—¿Alguien quiere leer el juramento?
—Yo lo haré -dije sonriendo.
—Me toca a mí William, la última vez no me dejaron a mi. -dijo enojada Linsey.
—Está bien, Linsey, has lo honores.

Simon saco su teléfono y busco el juramento rápido. Se lo dio a Linsey y empezó a leer.

—¿Cómo te apellidas Antony? -dijo en tono adorable Linsey
—Antony Harrison -Esbozó una pequeña sonrisa.
—Antony Harrison, ¿juras solemnemente, ante todos los presentes, jamás abandonar a la Banda de los Demonios, no revelar los planes que haremos, travesuras, nombres de alguien si es que nos atraparan, ni desaparece, así como estar al pendiente de todas las noticias que se corran sobre los pasillos, tampoco defraudarnos y evitar pelear con alguno de nosotros?
—Lo juro.
—Entonces, chicos, hagamos esto oficial.
—Pon tu mano en el centro, Antony. -Le quite la mano del corazón.
—Ahora, ensuciemos.

Todos hicimos que este juramento sea oficial. Tomamos nuestra palma de las manos y la embarramos de saliva y todo pusimos nuestras manos encima de la de Antony.

—Ahora, oficialmente eres parte de la Banda los Demonios, Antony. -dijo Linsey.

Y todos gritamos.

—Oigan, ¿han visto a Mario? -dije.
—No, estuve buscándolo y ni siquiera lo encontré -dijo Daniel.
—Mierda.
—¿Pasa algo, Cariño? -dijo Amanda.
—Recibí una llamada de Mario, pero creí que lo encontraría aquí.
—Deberías llamarlo, Will. -Dijo Fitzgerald.
—Eso haré.

Me separe de la banda y salí rápidamente al campo. Saque mi celular del bolsillo y llame a Mario.

—¡H-Hey! ¿Qué tal compañero? -música muy alta de fondo- ¿En dónde estás?
—Mario, más bien dime dónde estás tú.
—Tienes que venir aquí, Will -música alta de fondo- Se está montando una fiesta en el Antro.
—¿A esta hora? ¿En dónde estás?
—Mierda, Will. Ven acá.
—No puedo, me han castigado al final de la escuela.
—Jajajaja, ¿ahora que hiciste, Will?
—Luego te lo explico, Mario. Ahora dime, ¿en que antro estás?
—Ya sabes, en el de siempre.
—Vamos a muchos, Mario. Date prisa.
—Antro Blue&Queen. -voces de fondo y música alta- Corre, Will.

Colgué y guarde el teléfono. Corrí hacia la cafetería.

—Chicos, tienen que ir a buscar a Mario, está en el antro Blue&Queen, el imbecil está haciendo estupideces y yo estoy castigado, no puedo irme de la escuela.
—¿Qué hiciste, William? -Dijo Amanda.
—Es una larga historia, luego les platico. Tiene que ir por Mario.
—Por cierto, Will, escuche que va a golpearte Christopher. -dijo Daniel.
—Mierda, tú también. ¿Hay alguien en esta maldita escuela que no sepa que me va a golpear Christopher? -grité
—Cállate, William, sino quieres que te castiguen de nuevo. -Dijo Amanda mientras me tomaba de la camisa

Me soltó después de decirme eso.

—Es que todos me lo dicen.

Revise mi reloj de mano.

—Mierda, tengo clase de Economía.
—William, escuche que se cancelara Economía para los de tu grupo, se reemplazará por Teatro y mañana se les dará Economía. -dijo Fitzgerald.
—Doblemente mierda, gracias, Fitz. Ahora vayan a buscar a Mario. Y tú también debes ir Antony. Los veo luego chicos.
—Cuídate mucho, Amor -me besó
—Por favor, consíganse un hotel -dijo Tony.
—Y tú consíguete una novia.

Se rieron todos.

Me fui corriendo a mi casillero. Y una nota salvaje aparece.

"Turner, estaré esperándote en la salida para darte un regalo muy bello"

Atte. Tu mejor amigo, Christopher.

Bueno, ahora sé que todos leyeron esto. Abrí el casillero y saque el libro de Teatro y lo metí en mi mochila. Cerré el casillero, quite la nota y salí corriendo al Teatro.