-Estamos en la cocina.-Dijo Ashton quitando la música.
-Hola, señor Cooper.-Dije cuando entró a la cocina.
-Hola, Charlotte, pero dime Tom.-Sonrió.-Que bien huele, ¿qué estáis haciendo?
-Pollo con patatas asadas.-Dijo Ashton.
-La comida favorita de tu hermano.-Dijo Tom.
-Y de postre, chocolate caliente con unas galletas que solo hay que por ponerlas en el horno.-Dijo Ash.
Sonó el timbre, y Ashton tiró de mi brazo para que lo acompañara a la puerta.
-Con decirme que te acompañe, sirve.-Me burlé.
-Bueno...
Abrió la puerta, y tras esta, había un chico de unos veinte años, más alto que Ashton, con el pelo color café, como Ashton, pero este lo tenía corto; sus ojos eran marrones, al contrario que los de Ashton, que eran verdes, en el resto era como Tom, aunque tenía esa expresión en la cara muy característica de Ashton.
-¡Hermano!-Dijo Ashton antes de abrazarlo.
-¿No me presentas a tu amiga?-Dijo su hermano.
-Claro.-Dijo apartándose.-Ella es Charlotte, Charlotte, él es mi hermano, Brandon.
-Encantada.- Dije sonriendo.
-El gusto es mío.-Dijo, besando mi mano y mirándome fijamente a los ojos.
-¡A la mesa!- Se escuchó desde la cocina.
La tarde pasó entre bromas y risas. Cuando dieron las siete, Ashton se ofreció a acompañarme a casa.
-¿Nos vemos mañana entonces?-Pregunté casi afirmando.
-Claro que sí.
-Chao, Ash-dije abrazándolo-envíame un WhatsApp, para avisarme cuando llegues.
-Vale, pequeña-dijo besándome en la frente.-Mañana a las nueve y media en donde te encontré hoy, ¿te parece bien?
Asentí, y después de un último abrazo me metí en el portal. Subí las escaleras repasando lo que hice hoy. Al llegar a la puerta de casa, dudé en entrar, no se escuchaba nada de alborto, y eso me daba más miedo que oírlos gritar.
Entré y todas las luces estaban apagadas, eso realmente me daba miedo. Entré a la habitación de mi hermana, y en la diminuta cama dormían mi hermana y mi madre, besé la frente de cada una y me fui a mi cuarto, antes de entrar, mi padre me llamó.
-Charlotte...- por su tono estaba borracho y un tanto molesto.
-¿Qué pasó?- Pregunté entrando en su habitación.
-¿De dónde vienes?-Preguntó enfadado y trabándose con su propia lengua.
-De casa de Ash, ya avisé de que vendría tarde, y tampoco es tan tarde, apenas son las ocho.
-Anduviste zorreando por ahí.-Elevó el tono.
-Por favor papá, no grites despertarás a mamá y a Sophie...
-No lo niegues.-Dijo acercándose a mí y agarrándome el brazo. Pude oler su aliento que apestaba a alcohol.
-Papá me haces daño...
-¡Cállate puta!-Gritó.-No mereces vivir en esta casa...
-Papá... por favor... suéltame- comencé a sollozar.
-¡Qué te calles!- Gritó y luego depositó un golpe en mi mejilla. De repente me soltó el brazo y yo escapé a mi habitación. Me puse el pijama y me metí en cama, mañana será otro día, miré el WhatsApp,y tenía un mensaje de Ash.
"Ya llegué, que duermas bien."
A lo que respondí:
"Igualmente, Ash."
Luego cerré los ojos y caí en un profundo sueñ