Pasado

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7 de la noche...


Nayeon había preparado una gran cena para ella y su novia, puso todo su esfuerzo para que la noche fuera perfecta, ya se había visualizado lo especial que sería todo, como recibiría a Mina, lo agradable que pasarían mientras cenaban e incluso imaginó las palabras que alegría al darle aquella noticia a Mina.


—Ya casi son las 8 de la noche, ¿Dónde estás Mina? — Nayeon quiso asegurarse de que Mina no había olvidado su cita de esta noche, sacó su celular del bolsillo y le marcó... —No contesta— Lo intentó una y otra vez hasta que...


—Hola, ¿Nayeon? — El alma le volvió al cuerpo al escuchar por fin la voz de Mina al otro lado del teléfono.

—Mina, ¿Dónde estás?, ¿Olvidaste que te estoy esperando?

—No lo olvidé coneja, ya casi termino aquí, espérame ya voy a casa. — Esas palabras dibujaron una sonrisa en el rostro de Nayeon, su motivación regresó, solo tendría que esperar un poco más para que su amada regresara a casa.


2 de la madrugada...

Mina volvió a casa, entró despacio para no despertar a Nayeon quien probablemente estaría durmiendo, y así fue... vio a Nayeon acostada en el sofá de la sala, notó la luz en la cocina y al dirigirse allí, observó sobre la mesa del comedor la cena que su novia le había preparado.

Lo siento. Susurró para sí misma. Lo que no sabía es que alguien más escuchó aquellas palabras.

— ¿Lo sientes? — Nayeon estaba recostada sobre el marco de la entrada, se notaba en sus ojos que había llorado mucho, su mirada más que enojo denotaba tristeza.

Nayeon, yo...

— ¿Tu qué Mina?, ¿Cuál es tu excusa esta vez? Cuando te llamé me dijiste que pronto vendrías, ¿Que pasó entonces?, ¿Lo olvidaste cinco minutos después? —Suspiró cansada. —Sabes, estuve esperándote por horas en el sofá, mirando el reloj cada diez minutos esperando que cruzaras la puerta y... —Nayeon no pudo terminar, las lágrimas comenzaron a caer, Mina intentó acercarse pero fue rechazada inmediatamente.

—Coneja...

— ¡No! Déjame, Mina. ¡Déjame sola!

Mina solo escuchó el sonido de la puerta de la habitación cerrarse, ¿Que había hecho? Ella solo estaba trabajando, no estaba en alguna fiesta o con amigos bebiendo, estaba trabajando... trabajo gracias al cual podían vivir de manera muy cómoda.

—Coneja— Mina llamaba a la puerta, cinco minutos llevaba allí de pie llamando a Nayeon para que le abriera y la escuchase. —Coneja, ábreme la puerta por favor. — Mina solo escuchaba silencio. —Lo siento, no quise fallarte hoy pero el trabajo se extendió a último minuto, ábreme Nayeon.

Pero no hubo respuesta. —Nayeon, te compensaré lo de hoy, no iré a trabajar mañana y pasaremos el día juntas.

Al escuchar eso, Nayeon inmediatamente abrió la puerta, viendo de frente y emocionada a Mina.

— ¿Es en serio Mina?, ¿De verdad no irás y te quedarás conmigo?

—Sí coneja, me quedaré todo el día contigo.

Sin más abrazó a su novia, la apegó a su cuerpo y se separó un poco para poder besarla, Mina la besaba tímidamente, aún se sentía culpable con Nayeon por dejarla esperando.

Pero la coneja quería más, ella necesitaba de Mina, se aferró al cuello de su novia y profundizó el beso, un beso dulce y apasionado, y las caricias no se hicieron esperar.

Mina empezó a acariciar la espalda y la cintura de Nayeon mientras se encaminaban a la cama. Mina... hoy debes tratarme suave. — fueron las últimas palabras que se escucharon en la habitación.

[...]

Nayeon... te amo. — Y Mina cayó sobre el colchón tratando de normalizar la respiración, solo jadeaba con los ojos cerrados mientras Nayeon se acomodaba sobre su pecho, despejaba los cabellos rebeldes de su novia que se habían pegado a su rostro por el sudor.

Te amo Mina.

Se abrazaron y el silencio reinó en la habitación hasta que Nayeon decidió romper con esa incomodidad.

—Mina... quiero decirte algo. — Jugaba con sus dedos sobre el pecho de su novia.

— ¿Que es, Nayeon?, ¿Que quieres decirme?

—Mina, yo...

—Dime, Nayeon, ¿Qué pasa?

—Mina... estoy embarazada.


Reconstruir el pasado [Minayeon & SaMo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora