하나

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Jimin se encontraba en una esquina, escondido, apartado de ese espantoso lugar que no hacia más que atemorizarlo.
Había sido obligado, por su padre, a asistir a una absurda fiesta de vuelta a clases, organizada por los compañeros de su pequeño hermano.
El mayor problema era que él no debería estar ahí, él ni siquiera asistía  a clases y de eso su padre nunca se enteraría.

En esa oscura esquina estaba el chico de no más de un metro setenta y cuatro, temblando, con su respiración entrecortada y completamente ruborizado, con lagrimas amenazando por salir, debía marcharse pronto de ese infierno, el único y más grande obstaculo era que no tenía ni la más mínima idea de cómo volver a casa y pensar en la posibilidad de que probablemente se perdería y tendría que pedir indicaciones lo aterraban completamente.

En esa misma fiesta, pero con un pensamiento completamente contrario se hallaba Taehyung, un joven que deslumbraba donde sea que fuera, enseñando su sonrisa ya que sabía que cualquier chica o chico de ese lugar amaría lo adorable que veía. Y es que claro, Taehyung no perdería la oportunidad de llamar la atención de todos los presentes, pero algo estaba incomodandolo, un grupo de chicas no lo miraban, no mostraban ni una pizca de interés en él, no estaban apreciando su belleza y eso era algo, para su parecer, catastrófico.

Ese grupo de chicas se encontraban observando al muchacho en la oscura esquina, les parecía tan adorable, como un pequeño niño.

Taehyung se acercó a paso lento hasta donde ellas se encontraban, buscando las palabras adecuadas para que no se  reflejara el enojo en su voz. En el momento en que supo hacia donde se dirigía toda la atención su ira aumentó considerablemente. ¿Por qué un chico, sin ningún atractivo, que sólo daba lástima y que seguramente no tenía ni un amigo estaba llamando la atención?
Su camino se desvió unos centimentros y se dirigió hacia el pelinegro con una mirada de odio tremenda.

-¿Qué crees que haces?-Susurró una vez que estuvo a un lado de Jimin.-¿Crees que fingiendo ser mosquita muerta conseguirás que las chicas se fijen en ti? Ya sabes, dudo que por tu físico lo consigas.

Jimin se encontraba sin color en su piel, sentía que en cualquier momento se desmayaría. Suficiente era tener que estar en esa espantosa fiesta como para que se acercara un chico molesto a hablarle.
Estaba completamente mudo, no podía emitir sonido y sus manos sudaban muchísimo. Quería huir, escapar de todo, como siempre lo hacia. Mantenia sus piernas temblorosas, un chico guapo le estaba dirigiendo la palabra y no precisamente para invitarlo a salir. ¿Qué haría ahora? Su hermano no lo salvaría, de hecho ni siquiera sabía  donde este se encontraba.

Un muchacho con el cabello grisáceo se acercó, Jimin sólo podía pensar en que este era su fin.

-¡Eh!, Taehyung, deja de fastidiar al pobre chico. Solo tiene la atención de esas cuatro chicas, podrás sobrevivir sin que esos pares de ojos estén sobre ti.- Jimin suspiró y aprovechó la distracción del pelirrojo para levantarse y dirigirse a la puerta a pasos rápidos, pero torpes.- Ve a lucirte donde el resto, no querras que tengan una mala impresión sobre ti, ¿o sí?- el más alto se lo pensó unos segundos, pensó en su reputación y asintió en seguida para seguidamente dirigirse donde estaba el mayor tumulto de gente, con una sonrisa adorable en sus labios, listo para mostrar sus dotes y así impresionar a más gente, sin antes susurrarle a su amigo que se encargara del pelinegro.-Tranquilo, déjamelo a mí- había sido si respuesta.

Yoongi divisó a Jimin cerca de la gran puerta, apunto de salir del gran lugar. Avanzó empujando a los que se interpusieran en su camino hasta alcanzar a Jimin, agarró si muñeca y tiró de él fuera del lugar. El pelinegro dio un respingo ante el agarre, pero no pudo correr debido a que hasta ese delgaducho peligris era más fuerte que él en su estado actual.
Se mantuvo con la mirada baja, haría lo imposible para evitar mirarle los ojos y así lograr mantenerse de pie.

-Deja de temblar, no te golpearé.- Jimin pegó un pequeño respingo, Yoongi nunca había visto un chico tan bello y eso que pasaba las veinticuatro horas del día junto a Taehyung- No te preocupes, V solo se vuelve de esa manera cuando alguien o algo amenaza con arrebarle su preciada atención. No cometas el mismo error de hoy de nuevo y no tendrás problemas. ¿Queda claro?-Todo quedó en silencio, Jimin no iba a responder, él ni siquiera se podía mover, había tenido mucho por ese día, y aún le faltaba llegar hasta su casa. No, mejor hasta su habitación.-¿No responderas? ¿Sabes? Te lo estoy dejando fácil así que será mejor que hables rápido.-De nuevo no hubo respuesta. Yoongi estaba perdiendo la paciencia, sin embargo, en serio no quería tener que recurrir a la violencia con ese pobre muchacho, por lo que solo lo sacudió un poco. Jimin por su parte quedó aún más aterrado tras el contacto que tuvo con él, en su mente estaba rezando para que su caricatura favorita llegara y lo salvará de esa situación.-¡Responde de una puta vez!- su voz mostró un toque de enfado.

Jimin quiso correr, pero lo detuvieron. Tendría que hablar si quería regresar pronto a casa, pero solo sonidos sin sentido salieron de su boca, hasta que pudo formular una oración con un poco de sentido:

-N~no... no sé, uf, llegar.. ca-sa-Eso fue lo único que pudo formular, sus ojos no lograban ver con claridad y su respiración era un claro desastre, en ningún momento levantó la vista. Yoongi mientras tanto lo miró confundido, tratando de descifrar las palabras dichas.

-¿Quieres que te lleve a casa?-rió. No podía creer lo que estaba pasando, pero para qué se iba a dejar engañar, el adorable chico lo había vuelto loco desde que lo vio aterrorizado por su único amigo.

Jimin quería negarse, no quería pasar tiempo con nadie, pero necesitaba llegar a su casa y prefería tener que irse con alguien al quien ya conocía un poco a que consultar en la calle a un completo extraño.

Hizo un leve movimiento con su cabeza en señal de afirmación, Yoongi lo cogió por el brazo y lo guió a su auto aparcado algunos metros de donde se encontraban, siempre intentando ocultar la pequeña sonrisa que tenía en sus labios.

Taehyung con una cerveza en su mano izquierda logró ver a lo lejos como su mejor amigo se iba con reciente declarado rival.
Apretó con fuerza la lata de cerveza, enfurecido, ese enano no solo le había robado atención sino que también a su único y, por supuesto, mejor amigo.

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09/04/17  <<<< 19/04/18

Tenía bastante miedo de publicarlo, espero que si alguien lee esto le llegue a gustar.

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⏰ Última actualización: Apr 19, 2018 ⏰

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