CAPÍTULO I

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Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979.


-¿Quién soy?

-Soy un simple mortal que respira, camina y siente, de niño a fuerza me tocó aprender que la vida es frágil y el dinero no es lo que más importa.

-El mejor de los ejemplos podría ser yo mismo, que por ser heredero de una familia adinerada debería ser el más afortunado del mundo, eso según los demás, muchos han dicho a mis espaldas que no merezco tener la posición que tengo.

-Con veinticinco años un hombre promedio a disfrutado su vida mientras yo soy esclavo de la mía, de una vida que no pedí y a la que no puedo renunciar.

-Sueño con viajar sin tener que atarme a una agenda ajustada a horarios, sin tener el tiempo medido hasta para ir al baño.

-Me gustaría poder caminar por la calle solo, sin un séquito de gente que cuida mis espaldas y hasta por un estornudo corren a ver porque lo hago.

-Cuando voy en el auto puedo ver por la ventanilla como la gente va y viene, mientras yo apesar de viajar por todo el mundo no avanzó haCia ningún lado.

-Con gusto rompería con las cadenas que me atan, de no ser por ellos, ellos que seguramente en mi ausencia tendrían que tomar mi lugar y vivir en esta soledad que día a día consume mi alma y me deja más vacío.

-Siempre se me dijo que debía trabajar por mi gente, por el legado de mi padre y por el bien de mi Clan ¿mi gente? ¿El legado de mi padre? ¿mi Clan? Últimamente estas tres preguntas dan vuelta en mi cabeza y cuando trato de responder sólo aparecen más y más preguntas.

-¿Quién en su sano juicio pretende que otro entregue su vida entera como si de un sacrificio se trata? ¿alguien que dice ser tu familia desearía eso para ti? ¿a caso mi propio padre quería un futuro miserable para mi?

-Es ridículo ser heredero de una cuantiosa fortuna y no tener acceso a ella, y ver cómo otros pueden ir y venir a su antojo disfrutando de lo que tu trabajo genera, y tu no lo  puedes ni tocar por superfluos legales.

-Hoy vi algo maravilloso que no se si será una bendición o una maldición para mi.

-Un Ángel de rizados cabellos dorados, si un Ángel, reía alegre y libre ajeno a mis tribulaciones, su risa parecía flotar en el aire y su perfume parecía llenar todo, aún si cierro los ojos podría sentir ese aroma de su perfume era de  flores silvestres, puedo sentir  llegar a mis fosas nasales ese perfume tan relajante y embriagador, y adormecer todos mis sentidos, todo era perfecto, su cara se veía radiante, hasta que escuche que alguien mencionó mi nombre,  simplemente se transformó, su rostro hasta parecia de piedra, se veía fría y distante y aquella bella sonrisa sólo parecía otra alucinación de mí parte.

-¿Por qué esa reacción de ella al escuchar que alguien tan sólo pronunciará mi nombre?

-Realmente es inquietante saber que es inevitable que la gente se haga una idea de las personas sin tan siquiera conocerla.

-Si soy sincero conmigo mismo, daría media vida por conocerla a ella y escucharla reír nuevamente,  porque simplemente me hizo sentir vivo.

-Aunque mi estadía en este pueblo es corta y sólo será para cerrar un negocio, tratare de robarme tiempo, para propiciar un encuentro con esa joven que hoy me dejo sin aliento.

La semana pasó y aunque las condiciones y cláusulas del negocio eran favorables el joven empresario, seguía poniendo trabas y haciendo observaciones, en un descuido de los hombres encargados de su seguridad pudo salir sin ser detectado por la parte trasera del hotel en donde se había hospedado aquellos días y en donde día con día su inconformidad y el vacío que sentía se iban acrecentando.

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