Tu nunca fuiste mi cielo, ni mi vida, ni mi otra mitad, ni nada para mí.
Nunca fuiste mi cielo por que no quería limitar tu grandeza.
Nunca fuiste mi vida por que tú vales más que este desastre.
Nunca fuiste mi otra mitad por que nunca me hiciste sentir esa estúpida necesidad de completar algo.
Nunca fuiste nada por que eras todo, eras más que un cielo, una vida o una mitad, eras multiversos, inmortalidades y una pieza completa que me enseñó a amarme por completo sin necesidad de esperar otra mitad más.
Por eso eres mi todo, no por cualquier otra cursilería adolescente.
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Noches sin luciernagas
PoezjaSólo poemas que tal vez mañana no tengan sentido Para ti... Mi amante de letras.