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Capitulo 03:

Me desperté aturdido, la fuerte luz se reflejo en mis ojos haciendo que los cerrara inmediatamente. Sentía como cabeza daba vuelta y pesaba.
La puerta de la recamara se abrió dejando ver a Vanessa con vaso de agua y algo entre sus manos. Coloco el vaso y la pequeña pastilla en la mesita de noche que se encontraba al costado de la cama. Se sentó al lado de mí.

― ¿Cómo te sientes? ― Con preocupación. Como es que sea así de tierna conmigo después de tanto daño que le eh causado.

― bien creo ― le sonreí sin separar mi labios.

― Toma ― me extendió la pastilla junto al vaso de cristal. Lo tome entre mis manos, tome la pastilla dejando el vaso de vuelta en la mesita de noche.

― Gracias ― le dije y ella solo sonrió de la misma manera como lo hice segundos atrás, mire como se paro de la cama dispuesta a irse pero la tome de la muñeca dándole un ligero apretón, frenándola haciéndola sentarse de nuevo. ― cariño ― mire que en su rostro tenia una ligera mueca de dolor, tome el dobladillo de la manga descubriendo su brazo el cual estaba lleno de marcas de diferente color, roja, morada y verde. La mire horrorizado, ella aparto su brazo rápidamente de mi vista, se paro rápidamente bajando la manga tratando de ocultar las marcas pero desgraciadamente yo ya las había visto.

― Vane... ― trague saliva ― cariño... perdón por todo ― suplique. ― perdóname.

― es...esta bien ― susurro, con la vista agachada aun.

― mírame ― dije pero ella aun seguía cabizbaja. ― mírame Vane. ― dije y ella levanto su vista lentamente.

― Esta bien, te perdono.― susurró.

― Gracias. ― respondí agradecido. ― ¿tú me has quitado la ropa? ― pregunte mientras miraba bajo las sabanas, y solo me encontraba en bóxer, al verla ella asintió con las mejillas caloradas. ― Gracias, pero no debiste a hac... ― me corto.

― en realidad, si ya que apestaba a alcohol y a perfume de mujer. ― Contesto con tristeza y enojo, la mire apenado.

― Vane, cariño...per...― me corto de nuevo.

― No, esta bien pero que para la otro asegúrate que no te besen muy cerca de la camisa, ya que el pintalabios es muy difícil de quitar. ― dijo entre dientes.

―Sam... ― me corto.

― No, olvídalo.

― mierda samantha deja de comportante como una estupida cría y déjame hablar. ― brame gritando.

― De que mierda quieres explicarme, eh de cómo te follaste a aquella tipa o como gemía tu nombre. Sabes a veces que ya no conozco por un momento estas cariñoso y al otro gritándome, sabes quisiera saber ¿que hiciste con ese justin del cual me enamore? ― pregunto con la voz en hilo.

― ya no existe, esta muerto ― dije seco.

― Que bueno que me lo dices, para llevarle flores porque el si se merece que lo ame tanto y no como tu que solo te mereces mi odio y sin embargo no te lo puedo dar. ― dijo y sin mas salio de la recamara dando un puertazo.

Mi peor pesadilla Donde viven las historias. Descúbrelo ahora