Capítulo 14 | ¡Game Over! Al Otro Lado del Cable

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HOY NO SE ME OLVIDÓ FOERGJQT pero ojo, que esta semana la tengo llena de pruebas ¬¬ así que quizá no publique todos los días.

Ya no lo aguantaba más, se acercó lentamente a su amigo quien no tardó en entrar en transe por su cercanía. Como no ponía objeción, Vegetta siguió avanzando hasta que sus respiraciones chocaron con violencia, ambos estaban agitados, lo deseaban. Vegetta pasó una mano por el abdomen de Willy y este subió una mano al rostro de Vegetta para acercarle y terminar con la tortuosa distancia que era tan mínima... tan poca... pero sus labios nunca se encontraron. Uno de ellos ya no pertenecía a ese mundo. Willy había comenzado a desvanecerse en el aire, asustados y desesperados se gritan sus nombres e intentan aferrarse al otro con todas sus fuerzas, pero se atravesaban. Una traumante despedida, que Willy la pasó con entumecimientos en sus extremidades, como si tiraran con pinzas sus tendones y miles de pequeñas agujas se incrustaren en su piel al mismo tiempo. Vegetta lloraba, su amigo estaba muriendo frente a sus ojos y no podía hacer nada, se iría, le dejaría. Finalmente, el fantasma terminó de dispersarse en la atmósfera como humo y Vegetta se quedó estupefacto y muy asustado, sintió inmediatamente el vacío del abandono y se recostó rendido en el césped.

- No ahora... no luego de lo que soñé... no luego de encontrar este sentimiento ... no ahora por favor... - el afligido chico hecho un mar de lágrimas, concilió el sueño una hora antes del amanecer, despertando con el cuerpo entumecido y las mejillas tirantes por las lágrimas secas.

Tenía que avisar a sus compañeros, pero ¿cómo hacerlo? Ni sabía muy bien qué pensar, no le salían palabras, sentía el cuerpo pesado y le retumbaba la cabeza. Repentinamente todo su mundo se giró y su vista se difuminó hasta quedar en total oscuridad. Se había desmayado. Sus fieles doncellas que habían observado toda la escena desde lejos, se preocuparon por el sufrimiento de su amo y le ayudaron a llegar a la cama, a que al menos pudiese descansar en un sitio más cómodo que el suelo a la intemperie.

Por otro lado, Alex ya había llegado de su travesía en busca de la poción que contrarrestaba el veneno que sTaXx tenía en su organismo. Alex se extrañó al no ver a su amigo que había dejado a cargo de sTaxx, pero no se preocupó más de lo que estaba ya que al parecer el estado del enfermo no había variado del que recordaba antes de partir.

- Estoy muy cansado, sTaXx... me gustaría acostarme contigo... y que me abrazaras muy fuerte. - Alex cayó rendido al lado de su compañero, Alex llevaba dos días fuera y le tocó el regreso a casa por la noche, estaba indudablemente agotado.

Alex no siempre podía ocultar sus sentimientos hacia su mejor amigo, era algo que iba más allá de lo que él mismo podía controlar, no los podía reprimir y los recordaba a cada minuto de su día. Tener a sTaXx moribundo en su lecho le partía el corazón, si fuera por Alex, le cambiaría el lugar con tal de que fuera feliz, le daba igual que prefiriera estar con Luzu a estar con él. Solo importaba su felicidad. Lamentablemente no había encontrado la poción, al parecer, la misión no daba ninguna información clara.

Sin darse cuenta sus ojos cayeron y se despertó de un sobresalto por la voz de Vegetta. Este sueño había sido igual al de los últimos días, cuando tus ojos se cierran y al segundo despiertas aún cansado y sientes que no dormiste. Al parecer, Vegetta tenía algo importante que decir, tartamudeaba y su mirada había cambiado, se notaba algo.... Vacía. Había traído a Luzu, hecho el cual molestó un poco a Alex. Ya estando en el salón dio la horrorosa noticia de la "muerte" de Willy. Todos quedaron estupefactos, nadie sabía que podían morir y mucho menos desaparecer como humo. Sin dudarlo Vegetta obvió el hecho que estaban a punto de besarse, eso se lo guardaría como un valioso tesoro, hermoso y tortuoso tesoro, soñaría con el deseo imposible de tocarlos y morderlos, como un masoquista.

Todos estuvieron descolocados por los siguientes pares de días, pero a la semana Luzu y Alex ya realizaban sus habituales días con normalidad. Excepto Vegetta, quien se negaba a aceptar la muerte de su amado compañero, los humanos no mueren esfumándose en el aire... no es lo normal, algo le decía que ellos seguían unidos, seguían juntos... su corazón en el fondo estaba cálido y en paz, pero al no verle físicamente era difícil mentalizarse que aún seguía con vida. Sus ojos no le veían, pero su corazón sí lo sentía. La fe es cuando crees en algo que no se ve, en estos momentos, Vegetta estaba en el limbo de la vida, no sabía si tener fe y creer en su corazón o aceptar la realidad que apreciaron sus ojos en primera fila.

Al otro lado de la pantalla, en la otra punta del cable, atravesando el mundo electrónico y ficticio en el que Vegetta se atormentaba, Willy estaba en recuperación en la clínica en la que había sido internado, al despertar, aparte de recibir un frenético abrazo y ser atacado por una ola de besos de su madre, se sentía algo desorientado y tenía la vista borrosa, estaba muy flaco y tenía los cabellos muy largos al igual que la barba. Normal. Habían pasado cinco meses. Cinco. Willy casi no se lo cree. Pero al pasar ya una semana y poder diferenciar bien del mundo en el que había vivido de Karmaland del real, lo primero que hizo fue afeitarse, darse una ducha y comer un donut, luego se dedicó a contactar con las familias de sus amigos que aún seguían en estado trance. Les habló a todos lo que había vivido y lo que sus amigos seguían viviendo.

Luego de una semana en recuperación, ya tenía permitido salir a la calle, pero tenían que llevarle en silla de ruedas y no podía estar expuesto al sol ni a bajas temperaturas. A pesar de las restricciones, Willy se sintió feliz, podría ir a ver a Vegetta y estar con él, aunque sea indirectamente. Al estar en la clínica, saludar a los padres de Vegetta y pedirles cortésmente que le dejara a solosas con su hijo, Willy a duras penas se paró de la silla para sentarse en el borde de la camilla, inclinarse y besar esos labios añorados dentro del juego. Aunque Vegetta no le correspondió, Willy sintió esas fantásticas mariposas en el estómago, ese hormigueo en los labios y con la sangre acumulada en sus mejillas. Luego de eso, no pasaba día sin que Willy le fuese a visitar, le hablaba, le acariciaba y también le besaba. Lo hacía ahora porque sabía que cuando despertase no tendría agallas para hacerlo con su penetrante mirada encima.













No me peguen por haberles cortado el lemon vejnbthskgja T-T

Virtual Karmaland  ♡Karmaland 2da Temporada♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora