Próxima dimensión

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(Marice, dimensión de humanos)

La quimera llegó a la cabaña del bosque tan rápido como pudo, pero al entrar se dio cuenta de que estaba vacía, no había rastro de nadie.

-Ya se han ido- comentó Idaira, que había llegado detrás de Marcie.

-¿A dónde pudieron marchar?- se pregunta Marcie.

-Mohamed no dijo nada sobre otro refugio...- susurra Idaira –Seguramente Abril escapó y ahora la buscan

-Te dije que no sería fácil contenerla

-Por eso mismo, Marcie... piensa un poco ¿quieres?- Idaira se acerca a ella y le explica –Aprire eligió a Abril por un razón, ¿y si la está buscando en este momento?

-No la habría dejado marchar si aún la necesitaba

-A menos que no supiera que la necesitaba

-¿Qué quieres decir?

-Solo recuerda que Abril sigue siendo muy inestable... ayúdame a encontrarla

-Si te ayudo, la llevarás con Mohamed

-La llevaré con Michael

-Que está con Mohamed... oye, no sé qué traman, y casi puedo apostar que ustedes tampoco, pero confíen en ella, al final logrará idear un buen plan

-¿Y mientras tanto?

-¿Mientras tanto? Será mejor ocultarse

***

(Abril, dimensión de ángeles)

En la dimensión de ángeles, cerca del prado, un poco lejos de la ciudad, había un puente. Un puente de roca, muy largo, sobre un río, algo alto.

Abril se ocultaba entre las piedras, sabía que si utilizaba sus dones podrían encontrarla fácilmente, así que optó por esconderse en el puente y llegar desde ahí hasta el castillo. No sería tarea fácil, seguramente habría miles de centinelas vigilando toda la dimensión, y sin magia, la situación sería más complicada.

Abril respiró profundamente, sería un largo camino.

Primero cruzó el puente, agachada y vigilando todo el tiempo los cielos, intentó no perder de vista tampoco el camino, pues cabía la posibilidad de que algún ángel pasara por ahí.

Y tras varios tropezones y caídas, llegó a la ciudad, con sus blancos edificios y sus imponentes estatuas.

-¿Puedo ayudarte?- escuchó una voz detrás de ella.

Abril pudo sentir cómo su corazón casi se detiene, había sido descubierta. Lentamente se voltea.

-Marco- susurra ella –No le digas que estoy aquí, por favor

-¿A quién? ¿A Aprire?

-Marco por favor, tengo cosas importantes que hacer

-Abril por favor- se burló él –Tengo que llevarte ante ella, últimamente has actuado muy extraño, casi podría decirse que eres una traidora

-Lo mismo dijeron la última vez

-Tú mejor que nadie sabes que es diferente, la última vez yo sabía que no lo eras

Abril suspira, no puede rendirse todavía.

Se acerca a Marco y deposita un delicado beso en sus labios.

-Si guardas el secreto, te compensaré- le dice Abril.

-Supongamos que me convences- dice él -¿Cómo me compensarás?

El génesis de Aprire [Las crónicas de Abril #5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora