CAPITULO 4 DURMIENDO EN EL LUGAR EQUIVOCADO (ELLA) — ¿Que estoy haciendo?—pensaba mientras estaba a lado de Arturo, acostada; después de tener sexo pero ya no me siento cómoda aquí; debería estar con Erick y no con él; pero desde hace 2 semanas no sé nada de Erick, creo que ya se olvidó de mí y no lo culpo; él vive en Monterrey y yo en la Ciudad de México era obvio que se iba a olvidar de mí. Le di la espalda a Arturo y cerré los ojos fuertemente para recordar la última vez que estuve con Erick.
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Recordé como Erick me desvestía y recorría con sus dedo mi cara, desde mi cuello y mi hombro, quito todas las prendas y me beso, bajo su boca a mi cuello y a mi hombro desnudo mientras mis manos recorrían sus brazos, le quite la playera y empecé a besarle mientras mis manos bajaban por su espalda hasta que llegaron al pantalón, le desabroche la bragueta y él se lo quito me besa las orejas y la comisuras de mis labios. Me senté en la cama cuando ya estaba desnudo y me empezó a recostar; me beso hasta el último rincón de mi piel y me hizo suya sin ser nada; fue muy triste dejarlo pero ahora el desapareció y yo tenía que seguir con mi vida. Me volteo para abrazar a Arturo y me perdí entre sus brazos mientras una lagrima recorría mi mejilla y sé que alguien está durmiendo en el lugar equivocado pero no sé si sea el o sea yo.
CAPITULO 4 DURMIENDO EN EL LUGAR EQUIVOCADO (EL) —¿Que me está pasando?—decía mientras miraba hacia el techo con las manos entrelazadas en el pecho, no dejaba de pensar en Caro, desde ese día no la he vuelto a ver mucho menos le he hablado, pienso que si lo hago probablemente se moleste y me mande por un tubo pero siento que me falta algo.
Por casualidad llevo puesto la ropa que traía cuando la vi en el show, por supuesto en el camerino, y cuando tuvimos sexo y siento que todavía llevo el olor de su piel en mi ropa y en mi piel aunque lo talle con jabón no se quita Aún recuerdo el día que lo hice mía por última vez, su blusa y jeans nuevos quedaron en el suelo junto con mi pantalón y mi ropa interior; sentir su calidez por estar conmigo era lo mejor; ella hace el amor o el sexo tan rico que dieron ganas de hacerlo toda las noches pero tenía que trabajar. Cuando menos lo sentí ya estaba mis manos en mi boca, saboreando el sabor de su piel y me mordí mi labio inferior. Me puse de lado con mi mano en la almohada y la otra en la cintura, como la extraño no solo su cuerpo si no también su presencia, cuando menos sentí, había una lagrima corriendo por mi mejilla, sé que ella esta durmiendo en el lugar equivocado, ella debería estar conmigo y a mi lado.
Nota de la Autora:
Queridas, perdón por el retraso pero ando viendo mis practicas de la Universidad y tengo tareas a montones pero saben que cada semana se publicara el capitulo.
Estamos a una semana de empezar a tener una "Segunda Vida" va estar mas buena que esta, ya lo verán.
Nos vemos la otra semana ya sea en esta o en mi "Segunda Vida¨
