Encontrar a un médico de esos que
suelen viajar en las ambulancias no es
tarea sencilla. Al periodista narigón le
llevó varios días de llamados y visitas
infructuosas. Finalmente el dato preciso
se lo dio una enfermera que le presenté
yo. El día que lo encontramos, el doctor
Vázquez estaba de guardia en el hospital
y tenía poco tiempo. Y sobre todo pocas
ganas. Admitió que había subido a laterraza aquella noche a revisar a los
chicos, pero luego se excusó en el
secreto profesional: dijo que no podía
revelar datos sobre sus pacientes. El
narigón insistió mucho, le prometió que
no mencionaría su nombre y le ganó,
creo, por cansancio. O tal vez porque,
en el fondo, Vázquez estaba orgulloso de
sus teorías sobre lo sucedido y le
encantaba exponérselas a alguien. De a
poco le fue contando todo.
—Una situación extraña —recordó
—. En un principio fue verdaderamente
desconcertante.
—¿Por qué?
—Porque esos chicos no secomportaban como uno espera que lo
haga quien acaba de vivir una situación
tan dramática. No lloraban, no parecían
desesperados. Por el contrario: se los
veía lo más tranquilos. Demasiado
tranquilos.
Vázquez y un enfermero subieron
cuando los chicos ya se habían bajado
de la cornisa. Les bastó un vistazo
general para saber que su estado físico
era perfecto. El problema estaba, dice el
médico, en su condición psíquica. Por
eso intentó acercarse a ellos poco a
poco: les hizo algunas preguntas
generales, para ir ganando confianza.
Pero la conversación no avanzaba porlos carriles normales.
—Les pregunté, por ejemplo, si
estaban muy tristes. La chica me
contestó que no, que tristes para nada,
pero sí muy cansados porque ese asunto
les había llevado el día entero.
—¿Qué asunto? —preguntó el
periodista.
—No sé, supongo que se refería a
una pelea entre ellos. Yo insistí:
pregunté si ya habían hecho eso otras
veces. Me refería, claro, a poner en
riesgo sus vidas.
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Café Solo
Romansa-ATENCIÓN, ESTA HISTORIA NO ES MÍA, LE PERTENECE A ANDREA FERRARI, YO SOLO LO PUBLICARÉ AQUÍ- Una noticia ha conmocionado el país: dos adolescentes de un barrio de Buenos Aires se han subido a una cornisa y han querido acabar con sus vidas porque su...