Realmente no soy tu ni tú eres ni serás yo, ni siquiera lo serías, ni en esta ni en otra vida...
Porque déjame decirte vida mía, que por ti yo vivía, y más que todo tus agonías eran mías ...
Ahora tu que decidiste no decidir y pensar que somos perfectos, te agobias con desvelo, porque ya no serás mía...
Permíteme explicarte, para explicar mi ser, que era por ti que sollozaba de alegría, que sentía que el mundo era de todos los colores menos gris, que sentí que sin ti ya no viviría, pero concédeme decirte que estoy solitario y no he muerto de aflicción todavía.