Capítulo 9

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—No lo puedo creer.

Alison sonrió orgullosa, ¿sería una sonrisa auténtica o sólo estaría fingiendo? Me gustaría pensar que es real, así que seguiré con eso en mente.

—Al principio yo tampoco podía. - admití.

—Bueno, tú no pareces muy sorprendida Alison. - dijo papá.

—Tenía total confianza en que iba a pasar eso. Él es brillante. - dijo observándome con orgullo.

—Lo sabemos. - dijo mi mamá agarrando la mano de mi papá mirándome mientra me sonreían.

—¿Lo saben?

—Las notas son sólo números, el verdadero conocimiento está aquí. - dijo Alison dándome un pequeño toque en la cabeza.

—¡Ya está lista la pasta! Alison muchas gracias... - mi abuela comenzó a decir pero al verme dejo de hablar —¿Qué pasa?

—A Alison no le gusta la pasta. - y en menos de diez segundos la cara de Alison se torno a un rojo intenso mostrando - en exceso - que estaba apenada.

—No es nada, sólo no acostumbro a comerla... - ¿era eso timidez, estaba en realidad avergonzada?

—Alison - dijo mi abuela en tono enojado —¿Por qué no me dices? Me molesta más que comas por cortesía a que me digas que no te gusta, que no vuelva a ocurrir. - a pesar de que estuviera enojada, sólo lo estaba porque en verdad le agradaba.

—Lo lamento.

—¿Pollo y papas, están bien?

—Más que bien, gracias.

Mi abuela volvió a la cocina.

—¿Podemos hablar? - me preguntó Alison —En privado.

—Claro.

—Con permiso. - íbamos a salir, pero mi papá interrumpió antes que lo hiciéramos.

—Está haciendo frío, tal vez sea mejor que hablen arriba. - Alison y yo asentimos con la cabeza.

—¿Vamos a mi habitación? - no tuvo que decir nada porque con su mirada me regañó. —Para hablar. - alcé mis manos para mostrar mi inocencia.

—Bien.

Abrí la puerta, apenas entró recorrió con su mirada mi cuarto y sonrió.

—¿Te gusta?

—Es muy extraña. - contestó conservando su sonrisa, pero no era una sonrisa sarcástica y no tiene motivo para fingir ¿Qué la hace tan feliz?

—¿De qué querías hablarme? - pregunté un poco incómodo por su sonrisa, no porque no fuera bonita sino porque no tenía ningún motivo.

—Cierto, - dijo recomponiéndose y volviendo a mostrar su expresión seria—¿por qué hiciste eso?

—¿Qué?

—La pasta.

—Bueno, creo que lo recordé. - era obvio que lo había recordado, la pregunta es ¿cómo? no era muy bueno acordándome de los detalles en especial cuando se trataba de las personas, me tomó más de un año recordar ciertos gustos de mis amigos.

—Sigues sin responder mi pregunta. - dijo cruzándose de brazos.

—Supongo que quería que estuvieras cómoda, después de todo ese diez también fue por ti.

—Sólo te ayude en la parte disciplinaria, ese diez fue únicamente tuyo.

Me acerqué a ella. —¿Así que estás orgullosa?

—Mucho. - dijo deslumbrandome con su sonrisa y asintiendo con la cabeza, no era forzada y parecía ser honesta.

—Eres hermosa. - dejo de sonreír y me fulminó con su mirada. —Deberías sonreír más. - murmure.

—Simplemente me acordé de algo. - volví a mirarla y aunque parecía enojada se había sonrojado y casi podía asegurar que una pequeña sonrisa se asomaba.

—¿Algo? - dije acercándome más.

—Alguien. - dijo ablandado la expresión en su rostro y dejando caer sus brazos que antes estaban entrecruzados. Volvió a sonreír, pero esta vez yo no sentía lo mismo, pare en seco.

—Creo que debemos bajar, la comida va a enfriarse. - le di la espalda y ella comenzó a hablar.

—Se parecen mucho - dijo con nostalgia y cuando volteé a verla continuó—, pero no eres él. - ella negó con la cabeza lentamente.

—Lo siento mucho. - dije sarcástico.

—Yo igual. - su voz parecía quebrarse.

Me acerque a ella y cuando estaba a centímetros me di cuenta que no tenía ni la menor idea de que hacer, si fuera cualquier otra chica levantaría su barbilla, la besaría y la seduciría hasta acostarme con ella, no sólo para aprovecharme sino para que olvidará por lo menos por un corto tiempo, se suele pensar que el sexo se realiza cuando amas a alguien o para divertirse, y si bien la segunda parte es cierta también sirve para olvidar, al menos por un tiempo... Pero ella no era cualquiera, hacer eso sólo aseguraría que yo saliera lastimado físicamente - ya sea una bofetada o una patada en la entrepierna -. Hice un ademán de abrazarla, pero me retracté.

Murmuró algo demasiado bajo para que yo escuchara, levantó la cabeza y sonrió —Gracias. - era una sonrisa triste, me di cuenta que odiaba que la hiciera, prefería que se enojara, se pusiera seria, gritara - aunque aún no lo ha hecho -, pero no esa estúpida sonrisa triste como si estuviera bien.

—No hice nada. - dije enojado, no sé muy bien si conmigo, con ella o ambos —No agradezcas hasta que en verdad haga algo.

—Pero lo intentaste ¿verdad? - pregunto seria —Eso es más que suficiente, la comida se va a enfriar, perdón por quedarme absorta en mis pensamientos.

Iba a salir pero automáticamente la detuve agarrando su brazo —Dijimos que lo intentariamos.

—¿Intentar qué?

—Ser amigos. Pero no te estás esforzando.

Nos miramos a los ojos, como era normal no pude adivinar lo que pensaba con mirar su expresión, tan cerrada como siempre.

—Me estás haciendo daño.

—¿¡Te lastime tan rápido!? - pregunte impactado del peso de mis palabras sobre ella.

—Me refería a mi brazo.

—¡Oh! - la solté.

—Lo intentaré.

—Esa noche lo hiciste mejor.

—¿En serio? - preguntó sarcástica.

—Si, lo de la promesa fue realmente...

—Si yo fuera tú cerraría mi boca. - me interrumpió en tono amenazante.

—Y ahora me amenazas.

—Sólo fue un momento de debilidad. - dijo fingiendo arrogancia, seguramente ahora desearía nunca haberme mostrado ese lado de ella.

—Bueno, deberías de tenerlos más seguido.

—¿Por qué, te gustan? - preguntó esta vez ella acercándose.

—Yo...

—Sin importar que no los verás más, para tu desgracia no soy esa chica dulce y tierna y frágil que busca que alguien la proteja, me las he arreglado bien hasta ahora, seguiré así. - dijo con una sonrisa —La comida se va a enfriar. - dijo saliendo de la habitación.

—¡A qué te ganó! - le dije mientras le tomaba ventaja y corría para llegar primero.

Cuando llegué a la mesa ella estaba bajando las escaleras con suma elegancia - aunque no creo que fuera su intención -.

—¡Se suponía que tenias que correr conmigo!

—¿Contigo, atrás, o adelante tuyo? No soy muy competitiva. Además no se corre en las escaleras.

—Bueno, vamos a comer. - dijo mi abuela juntando sus manos para aplaudir.

Pretendiendo que te amo {PAUSADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora