Jade.
La tenue luz que se filtraba a través de las rendijas de la persiana, se reflejo en el filo de la cuchilla arrancándole al metal destellos azulados. Observé la luz con fascinación. Como podía ver una cosa tan hermosa en aquel lugar tan oscuro en el que se hallaba mi alma. Cerré los ojos con fuerza y respire una de mis ultimas bocanadas de aire, había llegado la hora, En el suelo del baño cerca de donde estaba sentada un baso de agua lleno de un liquido translucido me llamaba a llevarlo a mis labios, lo agarraré con ambas manos y lo posicioné bajo mi nariz, el fuerte olor producido por la mezcla de lejía y amoniaco me abraso las fosas nasales. El liquido se tambaleo en el baso, el pulso comenzaba a fallarme y el sonido del agua goteando de el grifo de la bañera había sido remplazado por los persistentes latidos de mi corazón. Estaba frió al tacto con mis labios, y su sabor químico me hizo poner una mueca de rechazo, pero hice tripas corazón e ingerí todo el liquido, producía una desagradable sensación de quemazón al bajar por la garganta. Algo cliente callo sobre mi pierna, en la penumbra reconocí el color carmesí de la sangre, inconscientemente había estrujado la hoja de la cuchilla entre mis manos. Apenas había sentido dolor alguno, la adrenalina me lo impedía. Observe la cuchilla nuevamente, ahora tenuemente manchada de sangre, era nueva y cortaba al tacto con apenas dolor. La pase con suavidad por mi antebrazo dejando una fina linea rosa, apenas sentí nada, esta vez cerré los ojos y clave con fuerza la cuchilla a la altura de mi codo y baje con toda la precisión que la situación me permitía. Repetí la operación en el brazo contrario sin ni siquiera abrir los ojos. Ya no hay vuelta atrás, pensé mientras me dejaba llevar por una espesa bruma.
Emmet.
Al entrar en casa de Ethan me extraño mucho no escuchar la potente música de Jade de fondo, supuse que estaría durmiendo. - Tu, emmet ve encendiendo la play que voy a por algo de picar. deje los zapatos y la mochila ala entrada de la casa y me dirigí al salón a la vez que ethan corría hacia la cocina. - Eth, tío tu hermana esta en casa ? le pregunte con curiosidad, normalmente cada vez que veníamos bajaba a estar con nosotros o nos gritaba para que hiciéramos menos ruido. - Si, estará en su cuar.... mierda. me reí ante su reacción. - Si, estará en su mierda claro que si. le respondí medio a coñas. - Emmet , tu busca en el piso de arriba y yo abajo. dijo seriamente cortándome el rollo. - Pero que... empece, pero tan solo al ver a ethan con dos botes vacíos de pastillas entendí la situación. Jade. Corrí escaleras arriba en busca de la chica, siempre había sabido que algo fallaba con ella, tener a ethan como mejor amigo me había hecho pasar mucho tiempo con jade con quien inevitablemente me había vuelto muy cercano, lo suficiente como para descubrir accidentalmente algunos de los secretos oscuros que la atormentaban injustamente. Hacia mas de seis meses una de esas tan comunes tardes de videojuegos y rol que solíamos hacer los viernes ethan y yo, había entrado en el cuarto de jade en busca de un usb con música, teníamos la suficiente confianza como para entrar en su cuarto sin llamar, pero mi sorpresa fue grande cuando me la encontré acurrucada en una esquina de la habitación con los brazos ensangrentados y un cutter en la mano. Apenas necesite una mirada de sus ojos ausentes para comprender la situación. Nunca se lo conté a nadie y no lo mencione con ella. Pero aquella mirada me rebelo muchísimas mas cosas de lo que unas palabras podrían.
Subí las escaleras lo mas rápido que mis piernas me permitieron e irrumpí en su cuarto de un portazo. Vacío. el cuarto de su hermana, el cuarto de ethan incluso el de sus padres. La desesperación me empezó a invadir. Pero algo interrumpió mis pensamientos, una respiración muy leve y costosa. Jade. Corrí en dirección al cuarto de baño y lo abrí de una empellón. El suelo estaba cubierto por una fina capa de agua rosácea y hay estaba ella. Con los brazos abiertos en canal, y botes de químicos a su alrededor. Me desmorone, y algo que llevaba años intentando ocultar empezó a resurgir en mi interior. Caí de rodillas al lado del cuerpo inerte de la chica, podía ver su pecho bajar y subir costosamente. La estreche con fuerza. -Jade.. porque lo has hecho... las lagrimas amenazaron con botar. Su piel siempre pálida había adquirido un color mortecino que me erizo los bellos de la nuca, juraría poder ver la vida abandonando su cuerpo lentamente. Pero 'para mi sorpresa sus pestañas aletearon devilmente dejando a la vista una fina linea de sus brillantes ojos castaños. - Emmet... estas aquí... yo... nunca tuve valor.... te quiero. Algo en mi interior se relajo al escuchar aquellas palabras, Suspiro pesadamente y se desmorono nuevamente. -¡ETHAN!
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Athelophobia
Ficção AdolescenteLo diferente es malo, lo raro asusta, lo poco habitual se evita. Somos malos, asustamos y nos evitan. ¿Acaso somos menos humanos? La ropa negra asusta? Las crestas dan asco? La música fuerte espanta? Las cicatrices dan asco? Soy repulsiva ? Te...