Capítulo XI

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Capítulo 11 ~ Luck Hates Me

Jack detiene el auto frente a la casa de mi padre y me sonríe. Mierda, es todo un gay conmigo. Es un poco extraño haberlo visto apenas ayer todo malo y macho, amenazándome con que iba a matarme y ahora sea toda una señorita. Aunque creo que si tuviera pareja, él sería el hombre, está en su ADN.

—Gracias por traerme, Jack —sonrío.

—No importa —se inclina de hombros—. Lamento haberte secuestrado.

—Hmm —me encojo de hombros—. Fue… divertido —sonrío.

—Sí, lo fue —asiente él—. Oye, Lie —él me interrumpe antes de que pueda abrir la puerta—. Sobre ser amigos… —susurra, no muy seguro de sí mismo.

—Cuando quieras —murmuro—. Sólo llámame y estaré ahí —sonrío, convenciéndolo de que es seguro.

—Gracias. ¿Es cierto que querías un mejor amigo… gay? —se nota a kilómetros que siente inseguridad sobre esa palabra.

—Sí, desde que soy una niña. ¿Me das tu teléfono?

Bajo del auto y le sonrío antes de cerrar la puerta. Él me devuelve la sonrisa a través de la ventana y espera a que me aleje antes de irse. Me quedo parada en la acera por unos segundos. Dios mío, este fue un día extraño.

Me secuestró el jefe de la mafia de Londres, el cual acabo de enterarme que es gay.

Me río ante lo estúpido que eso sonaría si lo dijera en voz alta. Niego con la cabeza y me giro sobre mis talones para entrar a casa. Miro el reloj de mi muñeca, tan solo ha pasado una hora desde que me secuestraron. No es mucho.

Esperen, esperen. ¿Y el té? Giro mi cabeza en dirección a la casa de Ryan y logro ver una pequeña caja color verde y blanco tirada en la acera frente a su casa. Sonrío y camino hacia ella.

A decir verdad, me quedé con ganas de verlo.

Tomo la caja del suelo y la sacudo un poco, para retirar la tierra pegada en el fondo. Camino por el caminito de piedras hasta la lujosa casa. Bueno, lo bueno de esto es que no pareceré desesperada por haber llevado el té enseguida que él se lo dio a Noelle. Toco la puerta tres veces y espero. Nadie abre. Tal vez no hay nadie. Miro a través de la ventana junto a la puerta, pero las cortinas están abiertas. Toco dos veces más y espero nuevamente. La puerta se abre y Ryan sale detrás de ella con una sonrisa.

—Hola —dice, echando una mirada sobre mi cuerpo entero antes de clavarse en mi rostro una vez más.

—Hola —murmuro.

Por todo este lío del secuestro y la confesión del año —debo decir— ya no estoy emocionada por verlo, además de que ahora lleva una camiseta.

—Noelle me dijo que te trajera el té que ella te pidió —susurro, estirando la caja frente a él.

—O, gracias, nena —dice—. No debías hacerlo.

En un movimiento completamente marica toma la caja de mis manos y coloca una mano en su cadera. Frunzo el ceño mientras todas las expectativas de este chico se vuelan de mi cerebro.

Es gay. ¿Qué tengo? ¿Un imán de gays? Es decir, no los critico ni mucho menos, pero es tan… ¡Sexy! ¡Y es gay!

Es cierto lo que dicen, los mejores hombres: son gays o están casados.

Ruedo los ojos interiormente, pero le muestro una sonrisa.

—Nos vemos —sonrío.

—Adiós, nena.

Painful Memories (Saga Deep #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora