Era una noche fria de invierno, sali a dar un paseó con mi mejor amigo Gaz, el y yo éramos inseparables en ese entonces, y nos teniamos mucha confianza ya que entré nosotros pasaba más que sólo una simple amistad, Gaz me dijo que fueramos a su casa y yo sin ningún problema acepté ya sabía que traia en mente por la forma en la que me miro.
Gaz era un chico hermoso, todo un Dios griego, y me hacia sentir cosas increíbles, nadie me habia hecho llegar a un estupendo clímax como lo hacia el, ya que mi primera vez fue con el..