Pues aquí estoy, en el pie del monte Cronio y a punto de recorrerlo de arriba a abajo.
Empiezo con mi misión, poco a poco.
Voy caminando, no muy rápido, pero tampoco muy lento. El paisaje es verde, pero la tierra que pisan mis pies es árida, la subida es una cuesta de no mucha pendiente pero al estar repleta de piedras es difícil subir cómodamente.
Es mediodía y el sol arde como nunca, y mi nuca se resiente, mas con un poco de agua que llevo encima la remojo de tanto en tanto.
Además, el cielo está absolutamente sin nubes, sí, hace un buen día, pero estoy hasta los huevos del calor.La cuesta parece no terminarse, pero mi paciencia sí que tiene límite.
Decido sentarme un rato en la sombra de un árbol, y una suave brisa de aire frío pasa por mi espalda.
Sin duda se está muy bien aquí, pero una vez han pasado quince minutos debo reprender mi misión.Voy mirando lado a lado el camino, por si veo alguna señal que me dé alguna pista, pero sin éxito.
Empiezo a mosquearme, pero ahora que ha medio anochecido ya no es tan pesado subir la cuesta.
A los veinte minutos me hallo en la cima del monte, con una hermosa vista del ocaso y con una preciosa quemadura de tercer grado en el puto cuello.Me dispongo a entrar en el pequeño templo que hay situado en la cima, pero cuando me doy cuenta ya está cerrado.
Puta vida.
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Atlántida, el continente ¿perdido?
AventuraAtlántida fue descrita en escritos del filósofo Platón, hace más de dos mil años, mas nunca han sido halladas pruebas de su existencia... hasta ahora. Acompaña a Howard Carter en la búsqueda de la verdad, para comprobar, de una vez por todas, si rea...