Capitulo 1

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El sol apenas se había elevado sobre las crestas de las montañas cuando Harry ensilló a los dos caballos. Se había levantado esa mañana de la cama con sensación de anticipación. No había salido a montar con Pamela de madrugada desde hacía meses y, cuando ella le había llamado para sugerírselo, se había sentido feliz, aunque últimamente estaba un poco celoso de ella.

De niños se habían pasado horas hablando de los sitios a los que irían de mayores. Y en septiembre, ella realizaría sus sueños mientras que él seguiría atrapado en el rancho. Sus padres esperaban que se quedara y que con el tiempo se hiciera cargo de la tierra que ellos habían conseguido con tanto esfuerzo. Y como hijo único, no podía pasar esa obligación a nadie más. Pamela lo tenía más fácil con sus cuatro hermanos, sus mujeres y los siete nietos que tenían ya sus padres. No tenía por qué sentir culpabilidad por aferrarse a aquella oportunidad de independencia. Harry envidiaba esa libertad.

-Lo mejor de la mañana para ti, Styles-

Harry apretó la cincha de Peppermint Patty y se volvió para sonreír a Pamela.

Ella lo había saludado así durante meses después de haber hecho de protagonista en una comedia de la escuela y eso le traía recuerdos. 

Habían ensayado juntos su papel en la casa árbol del jardín de Pamela. Había estado a punto de besarla, sólo por exigencias del guión, pero los dos habían decidido que no era necesario para aprender el papel. Él se había sentido aliviado, por supuesto, porque besar a Pamela le hubiera parecido raro. Pero en su momento, lo había deseado de todas formas.

- Ah, sí, y hace una bonita mañana, al fin - Contestó él interpretando su parte.

Estaba estupenda como siempre, pero tenía algo diferente esa mañana. La estudió intentando averiguarlo.

- ¿Te has cortado el pelo?-

- Desde la última vez que me has visto no. ¿Por qué? ¿Está mal?-

- No. Está bien-

En los dieciocho años que llevaba mirando a Pamela la había visto con trenzas, permanentes afro, rapados punkies y hasta mechas rojas y amarillas. Le gustaba cómo lo llevaba ahora, hasta la mitad de la espalda, café y recto para que le salieran sus ondas naturales.

-¿Es que tengo una mancha en la camisa o algo así?-

-No- Se ladeó el sombrero con la punta del dedo-. Juraría que hay algo diferente en ti. ¿Llevas algún maquillaje raro?-

- ¿Para montar a caballo? No soy tan estúpida-

Harry contempló su suave piel donde se le notaban todas las pecas y sus labios, que tenían el mismo color rosado de siempre. No, no llevaba maquillaje.

Pero al mirarla a los ojos grises, intentó descifrar qué era lo que le pasaba. Nunca se habían ocultado nada hasta el momento. Pero esa mañana, fuera por lo que fuera Pamela tenía un secreto. Le cambiaba toda la expresión haciéndola parecer misteriosa, casi sensual. Y eso que él nunca había pensado en Pamela como en una mujer sensual.

A pesar de sí mismo, estaba intrigado. Y hasta un poco excitado. Harry no asociaba a Pamela con el misterio, eso era un concepto nuevo. Decidió esperar y adivinar el secreto en aquellos grandes ojos grises. Sería divertido.

Le dio un pellizco en la nariz y dio un paso atrás.

- Supongo que me estaré imaginando las cosas. Eres la misma Pamela de siempre. ¿Lista para montar?-

Para sorpresa suya, ella se sonrojó. Y Pamela nunca se había sonrojado delante de él. Se conocían demasiado bien.

- Hum, seguro - Murmuró ella dirigiéndose hacia Peppermint sin mirarlo-. Estamos desperdiciando el día-

Proyecto de Verano (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora